Smooth Jazz con Grusin y Ritenour en Getxo

Escrito por , el 5 julio 2011 | Publicado en Crónica

Miro el reloj de mi móvil, y veo que ya son las diez menos cinco de la mañana del Sábado 2 de Julio, una media hora más tarde de la prevista para salir rumbo a Galdakano, donde nos esperar el bueno de Gorka, para acudir a una citad de calidad musical obligada: la presencia de Lee Ritenour y su banda a las 22:00 de la noche en el Festival de Jazz de Getxo, donde se encuentra uno de mis ídolos musicales, Dave Grusin (encargado de los teclados y el piano, como no podía de ser de otra manera).

Carlos Mulas
y servidor nos embarcamos en un viaje de tres horas y media, parada incluida, con la ilusión doble de disfrutar de la mejor música y de la mejor compañía, la cuadrilla de amigos del País Vasco con los que, año tras año, hemos coincidido en el Festival de Úbeda.

Guetxo01Con una excelente y diversificada compañía musical para el camino (canciones variadas y las bandas sonoras de las series de anime Venus Wars y Avatar: The Last Airbender), llegamos a Galdakano cerca de la 13:30, donde Gorka y Alfonso nos esperaban para irnos a tomar unas rubias y comer en una enorme sidrería donde nos pusimos las botas, con un marco de naturaleza norteña realmente incomparable.

…Y mientras tanto, los minutos iban pasando, acercándose al esperado momento de gozar de un conciertazo con Dave Grusin y Lee Ritenour

To Go or Not to Go… ¡Pues Pá Getxo!

La verdad es que el día fue espléndido, con un solazo y un calor de infarto, aprovechando para visitar varias localidades como Gernika, y viendo bellos paisajes fluviales y costeros durante la tarde, mientras hacíamos tiempo para ir a Getxo, con sesión de poteo incluida, lo que aquí llamamos salir a tomarnos una copas.

Hablando de todo un poco, eran dos los temas recurrentes; la proximidad del festival de Úbeda (y la consiguiente excitación por volver a vernos todos allí para disfrutar de buena música y compañía) y el concierto de la noche.

A nivel personal, la presencia de Grusin en España volvía a ser una nueva oportunidad para poder disfrutar de su música, y al que el año pasado tuve fortuna de ver en Úbeda, interpretando piezas como The Goonies, On Golden Pond, The Firm o The Milagro Beanfield War, quedando patente que no hay edad mala para seguir tocando el piano, y que el espíritu de Grusin es aún joven y enérgico, como demostró con su magnífica pieza Memphis Stomp (The Firm).

Y es que fue toda una alegría cuando, allá por Junio, mi amigo Dani me llamó para decirme que Dave Grusin se venía al Festival de San Javier de Murcia, de la mano de Lee Ritenour y su banda, algo que hizo encenderse las alarmas dentro de mí; no podía dejar la ocasión de ver a Grusin en su otra faceta, la de músico de smooth jazz, en compañía de su amigo Ritenour, quienes han colaborado conjuntamente en no pocos álbumes y bandas sonoras.

Ver esa vibrante fusión jazzística de la mano de un gran pianista y otro no menos excelente guitarrista era algo obligado, por lo que mi cerebro empezó a trabajar y a echar números y cuentas; viaje largo, condicionantes económicos, tiempo disponible…

Podían más mis ganas de ir y disfrutar de vibrantes piezas provenientes de obras como Migration, Mountain Dance o A Twist of Marley, que el freno de la distancia para irme a Murcia (similar a mi viaje veraniego a Úbeda, de unas 9 horas de duración). Pero es cierto que la distancia me echaba un poco más para atrás, con la suma de ser un extra económico adicional al de Úbeda (viaje ya planificado y cerrado).

Guetxo02Pero hete aquí el destino, favorable en mi caso, que me hizo un regalo que tardaré mucho en poder agradecer como se debe: la banda de Ritenour, un día después de tocar en Murcia (el 01 de Julio), se iba directamente a Getxo, a tocar en la noche del 2 de julio.

Así que cambiamos 9 horas de viaje por 3 escasas (casi ná), además del ofrecimiento de Gorka de dormir en su casa de Galdakano (ofrecimiento que también Dani me había hecho en el caso de Murcia). Dos variables que sumaban, y Mulas animándose conmigo para liarla por tierras vascas, territorio amigo, lleno de maravillosas personas como Gorka, Vanesa o Felipe, entre muchísimos más.

Así que no tardé más que nanosegundos en contactar con Gorka, y montamos el lío en un plis plas, dejando en manos de nuestro amigo todo el tema de los preparativos (entradas, plannings de visitas, fiestas,…). Y Mulas y yo simplemente empezamos a deshojar la margarita, viendo pasar el tiempo y contando los días.

Grusin, el Músico – Breve Intro

Ya he escrito varias reseñas y especiales de Grusin en BSOSpirit, y alguna que otra noticia en Asturscore de sus lanzamientos, pero no puedo dejar la ocasión de decir un par de cosas de este maravilloso genio musical, más allá de todo lo que ha dicho por activa o por pasiva.

Grusin es un músico, uno de esas rara avis que nos queda en el panorama musical actual, prácticamente retirado del medio audiovisual, con apenas aportaciones al mundo del cine, y que aún sigue dando cera (y de que manera), con 77 añitos recién cumplidos, de gira por todo el mundo (con 76 se plantó en Úbeda a darlo todo).

Y todavía tiene esa energía para acompañar magistralmente al resto de la banda, impregnando de su estilo musical a la maravillosa banda de Ritenour (alias Captain Fingers), formando un cuarteto maravilloso, donde el batería y el bajista son de auténtico lujo.

Y es que su estilo es único e incomparable, algo que es una verdad innegable: tú te escuchas varios temas de piano al azar que incluyan diferentes obras de músicos consagrados, y no tardas mucho en saber cual es Grusin (siempre y cuando conozcas algo su obra, un poquito, vamos).

Uno es capaz de reconocer su huella incluso cuando versiona a otros autores, algo realmente fascinante; te coges su disco dedicado a los Gershwin (de los que Grusin es fan declarado) o el tributo dedicado a Duke Ellington, y ves como Grusin hace suyos temas musicales ajenos, compuestos por otros músicos que sin embargo guardan la esencia y el toque de Grusin (incluso algunas piezas de su tributo a Ellington son del año de La tapadera, detectando algún tímido parecido en algunos remates musicales).

Guetxo03Y es que la forma de desarrollar los temas, su delicadeza y exquisitez por la melodía o sus cierres y remares musicales lo convierten en un auténtico genio, un tío que ha estado tocando el piano prácticamente toda su vida, empezando ya en los 60 con Big Bands de la mano de Quincy Jones por Japón, hasta llegar éste año a hacerse una gira por España. ¡Cuánto ha llovido desde entonces!

Y sin embargo, ahí sigue él, como un chaval dándolo todo, aguantando el tipo y demostrando que la edad aún sigue sin ser un problema para él. ¡Y que dure!.

Es por esto y por mucho más por lo que no podía perderme la cita en Getxo con Grusin, porque hay que aprovechar el momento, y ver una nueva lección musical que perdurará en mi mente de por vida, algo ha quedado claro cuando terminó el concierto, donde el público asistente rompió en una atronadora ovación, levantándose de sus asientos, como hace un año en Úbeda.

Y entre todos los que nos dejamos allí las manos aplaudiendo, nos encontramos gente de todas las edades, desde muy jóvenes hasta muy mayores (incluso de la quinta de Grusin). Y es que la música no tiene fecha de caducidad, algo que convierte en inmortal la obra de un mastodonte musical como Dave Grusin.

Comienza el Espectáculo – All That’s (Smooth) Jazz!

Última Parada: la carpa del Festival de Jazz de Getxo, en la plaza estación de Algorta.

Llegamos con un poco de tiempo, y allí nos reunimos Alfonso, Gorka, Mulas y yo con el resto: Felipe, Oscar, Vane, David, Asier, Mayte, Aritz, Bego y unas amigas de Vane. Todos preparados para gozar de una experiencia inolvidable.

Algo de bebida fresca (buena cervecita) y para dentro, a ocupar localidades e ir preparando el body para una sesión de fusión de jazz extraordinaria.

Antes, eso si, un previo de una hora de Jazz de una formación rumana llamada Sorin Zlat Trio (Piano, batería y contrabajo), una hora de correctas y por momentos intensas piezas jazzísticas, donde el batería (Laurentiu Zmau) demostró tener buen pulso y músculo para los solos de batería.

En definitiva, un buen curso de jazz para los más clásicos, y quizás algo más aburrido para los no tan neófitos del tema en cuestión.

A las diez pasadas, llegó el momentazo; salen a la palestra Lee Ritenour, Dave Grusin, Melvin Davis (bajo) y Sonny Emory (batería), ocupan sus localidades, y comienza la magia.

Jazz entre Amigos – That Old Feeling

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Es imposible recordar todo el grupo de canciones que Lee Ritenour y Dave Grusin (conjuntamente y por separado) han compuesto e interpretado en su vida, incluso simplemente versionado (como en los álbums Amparo, Two Worlds, The Gershwin Connection, A Twist of Jobim o A Twist of Marley), pero haciendo gala de la memoria que malamente conservo, trataré de comentar varias piezas del concierto, algo que por otra parte casi es imposible de transmitir; habría que estar allí para sentir el caudal de energía que desprendía la banda de Ritenour, impresionante, completamente contagioso.

Sin embargo, si que es más fácil tirar de memoria para Grusin, compositor del que conozco ampliamente su obra tanto para el cine como para toda su vasta carrera ajena al mismo.

Así pues, comenzaba el concierto con un intenso tema de apertura, cortesía de la obra de Ritenour, donde una maravillosa fusión de Jazz rítmica indicaba el camino a seguir para el resto del concierto, despertando los primeros y acalorados aplausos, incluso de aquellos que venían simplemente a pasar el rato, o atraídos por la presencia del compositor Grusin.

Acto seguido, la aguja giró hacia Grusin, rescatando el que creo era uno de sus trabajos para el disco Migration, una auténtica obra maestra, y uno de sus mejores trabajos musicales jamás compuestos, que fue editado por su discográfica GRP en el año 1989, y que incluía una suite de la banda sonora ganadora del Oscar The Milagro Beanfield War (Un Lugar Llamado Milagro).

El tema en cuestión, sino me falla la memoria, era Southwest Passage, una auténtica joya rítmica donde Grusin demuestra su virtuosismo al mando del piano y los teclados, siendo replicado por los vibrantes punteos de Ritenour.

Ésta pieza ya fue interpretada en varios conciertos, como en la gira del 2006 en Seoul, integrada por el mismo cuarteto, donde, como en el caso de Getxo, toda la formación realiza unas improvisaciones magistrales y explosivas, cargadas de un ritmo endiablado, que no puede evitar que tu cuerpo reaccione ante el poder de la música, siguiendo el ritmo con los pies, las manos o tu cuerpo, casi poseído por la maravillosa melodía que emana de la banda al completo.

Para todos aquellos que no tengan este disco, no puedo dejar de recomendarlo, pudiendo encontrarlo incluso en circuitos de segunda mano como secondspin a precios realmente ridículos, disco imprescindible para iniciarse en la andadura de la discografía no cinematográfica de Grusin.

Todo el concierto siguió esos derroteros, ofreciendo temas vibrantes y llenos de energía, contagiando a todo el público asistente, donde las ovaciones no dejaban de producirse tema tras tema, y donde tuvieron lugar varias sorpresas.

Para empezar, un solo de piano de Dave Grusin, donde el genial compositor nos ofreció dos piezas, la segunda de las cuales era su magistral Memphis Stomp para la película de Sydney Pollack titulada The Firm (La Tapadera).

Los que asistimos al Festival de Úbeda, tuvimos el privilegio de poder disfrutar en directo, el verano pasado, de una demostración de poderío y dominio del piano realmente bestial y apabullante, con un ritmo infernal, que desembocó en un atronador aplauso, y con un rendida ovación oral por parte de su compañero Ritenour.

Guetxo05Desde luego, fue todo un lujo poder volver a escuchar éste tema, siendo imposible cansarse de cualquier pieza que provenga de esas maravillosa partitura que es The Firm, otra imprescindible en la obra de Grusin.

Otro corte destacado fue Night Rythms, donde Ritenour se luce con los punteos de guitarra de forma bestial, con unas acordes iniciales muy sugerentes, como con una especie de punteo con eco, que acaba abriendo la melodía a través del resto del grupo, incorporándose él con otra guitarra eléctrica para continuar el tema, marcando el ritmo y llevando el tema hacia su oportuna improvisación, con otro enorme caudal de energía que sacudía a todo el público asistente de la carpa, noqueado por la bestial sesión de música.

El acompañamiento de Melvin Davis al bajo es magistral, arropando los punteos de Ritenour, con un sonido pulsante y limpio, perfecto complemento para Captain Fingers.

Otro momento brillante de la noche tuvo lugar, precisamente, con Melvin Davis, en un tema para lucimiento del bajista que era una auténtica delicia; imitando con su voz las notas que emanan de su bajo, un magnífico y maravilloso duelo de sonidos, que ponía de manifiesto el espectacular sentido del ritmo musical de este bajista, un virtuoso sin ningún género de duda, y que supuso una nueva ovación del personal.

Mientras, la noche iba tocando a su fin, con un broche inesperado y espectacular, donde de nuevo se lucía Dave Grusin, con su mítico Mountain Dance, pieza que proviene del disco de 1984 de igual nombre, y que se utilizó de base para la película Falling in Love (Enamorarse), de Meryl Streep y Robert de Niro.

El piano es quien lleva la melodía, acompañado del resto del elenco, llevando el peso de una magistral improvisación de piano, que vuelve a su cauce inicial para darle un punto final al magistral corte, uno de los más famosos motivos compuestos por Grusin, y que ponía, aparentemente, punto final al concierto

Un bis, por favor

La gente no dejaba de aplaudir, incluso de silbar y vitorear, por lo que la cuadrilla de amigos acudió de nuevo a la palestra (cuyo buen rollo y excelente sintonía se veía en todo momento sobre el escenario).

Ritenour, quien se deshizo en elogios nada más comenzar el concierto hacia Bilbao, comentaba que tocarían un famoso tema de Bob Marley, proveniente de su disco A Twist of Marley (2006), llamado Get Up, Stand Up, pidiendo la colaboración del público para cantar el famoso estribillo:

Get up, stand up: stand up for your rights!
Get up, stand up: don’t give up the fight!

En ésta ocasión, el artista que ofreció un recital fue el batería Sony Emory, quien realizó auténticas virguerías mientras hacia su improvisación de batería (además de cantar el estribillo), de lo mejor que he visto en mi vida, con un público completamente entregado y maravillado, quien le correspondió con una atronadora ovación.

Y así se dió por finalizado el concierto, donde toda la platea se levantó para ovacionar el magistral espectáculo de ritmo que la Ritenour Band ofreció en el Festival de Jazz de Getxo, dejando el listón verdaderamente muy alto, y recién llegados, el mismo día, de haber tocado la noche anterior en Murcia (unos auténticos profesionales).

Próxima Parada: Úbeda

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Recién salidos de la alucinante sesión de smooth jazz a la que habíamos asistido, decidimos tomarnos algo y llenar un poco el estómago, ya preparando la siguiente parada del mes de Julio: El Festival de Úbeda, donde tendremos otra fantástica y magistral sesión de Jazz de muchos kilates a cargo de Mark Isham y Carles Cases.

A la hora o así comenzaron las despedidas, y mientras que gran parte de la gente se volvía a Bilbao, nosotros aún partimos hacia Mundaka de fiesta, un bello y pequeño poblado pesquero, donde aguantamos el tipo hasta las cinco y pico, llegando a las 6 a casa a dormir.

No sé como pude aguantar tanto el tipo, sinceramente, pero visto lo visto, creo que fue la energía que se desprendió sobre ese escenario la que me cargó las pilas y me hizo aguantar tanto tiempo sin desfallecer ni un instante, en la que ha sido, sin lugar a dudas, una de las experiencias más maravillosas musicales de toda mi vida.

No me lo puedo sacar de la cabeza, y eso no me sucedía desde que voy al Festival de Úbeda. Por lo que habrá que ir digiriendo, y con mucho gusto, esta explosiva experiencia musical, mientras preparo el equipaje para la siguiente estación del mes de Julio, en Úbeda.

Como regalo, esta maravillosa pieza llamada Countdown, del guitarrista Lee Ritenour, para unos conciertos que tuvieron lugar allá por el año 1982, con Dave Grusin a los teclados e incluso cantando, poseído por el mismo ritmo que tiene Ritenour en sus punteos; el ritmo de la buena música.

Nota Informativa

A partir del Lunes 29 de Agosto, en televisión española (TV2), empezarán a emitir los conciertos del festival de Getxo, doce en concreto, comenzando con el Lee Ritenour y Dave Grusin, en horarios de medianoche, oscilando las horas de comienzo y finalización entre las 00:30 y 01:30. Dicho queda.