Primer Contacto: “Drive” de Cliff Martinez

Escrito por , el 19 septiembre 2011 | Publicado en Apuntes

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Es innegable el hecho de que Cliff Martínez tiene su sello musical, inconfundible, y que consiste en saber envolver cada película que aborda con ese sonido suyo tan peculiar, realmente envolvente y sugerente, con un toque entre atmosférico y ambiental (marca de la casa).

Es uno de esos compositores que saben manejar perfectamente la electrónica y dotar a todos sus proyectos de la piel musical que precisa, tanto para los momentos de acción como para los más reflexivos, con esas sonoridades provinientes de sintetizadores Pad, con esos toques ambientales y etéreos tan magistrales (solo hay que escuchar Solaris para darse cuenta, para mi su Obra Maestra).

Ahora, proviniente de Lakeshore Records, nos llega su último obra, Drive (2011), dirigida por Nicolas Winding Refn, y protagonizada por Ryan Gosling, y en cuyo reparto encontramos al mítico Ron Perlman (Hellboy, Alien Resurrection, Quest for Fire) o Albert Brooks (Taxi Driver, Terms of Endearment, The Twilight Zone, Broadcast News) o esa belleza llamada Christina Hendricks (vista en las series Life o Mad Men).

Ryan Gosling interpreta a un conductor que trabaja como especialista de películas durante el día, y durante la coche trabaja como conductor al servicio de la mafia y demás bandas criminales (Albert Brooks y Ron Perlman a más señas). Además, vive enamorado de su vecina Irene (Carey Mulligan), quien tiene un hijo a su cargo y un marido ex-convicto realmente problemático que acaba de regresar a casa.

Con todo este panorama, todo parece marchar bien hasta que uno de los robos sale mal, donde pronto irá descubriendo que quizás estén detrás de todo ello los mafiosos para los que trabaja, y donde la chica que ama y su hijo correrán serio peligro, momento en el que decidirá pasar a la acción y vengarse.

La película se alzó, en el 2011, con el premio de mejor director en el Festival de Cannes, además de estar nominada a la Palma de Oro a mejor película.

El score editado por Lakeshore Records incluye cinco canciones ajenas al material de Cliff Martínez, donde destaca la bellísima canción Oh My Love, compuesta en su momento por el genial Riz Ortolani, y el corte Tick of the Clock, del grupo Chromatics, que para nada desentona con el material elecrónico y sintetizado del compositor.

Como afirma el propio Cliff, las canciones ejercieron una fuerte influencia en el resultado, un sonido muy de los 80, con ese estilo pop electrónica tande la época, y del que Nicolas (el director) estaba completamente enamorado. Así que utilizó aquellas sonoridades de aquella época, añadiendo texturas dramáticas, para envolver esta película de acción con tintes de cine negro.

Cliff Martinez se encarga de toda la parte de electrónica y sintetizadores, con ese regusto ochentero que para quellos que crecimos en aquella época nos encantará (con ese sonido tan sugerente y evocador, a veces un poco a lo Tangerine Dream, a lo Moroder, Faltermeyer o incluso Carpenter, pero mucho más ambiental y atmosférico si cabe, como el corte After the Chase, uno de los mejores del score).

Le acompañan en este interesante y sugerente viaje el músico Mac Quayle, que se encarga de los punteos de guitarra (que adornan de forma maravillosa cortes como Where’s the Deluxe Edition?) o Gregory Tripi, que se encarga del sitar y el saz, dos instrumentos de cuerda exóticos que añaden un toque étnico, el primero de origen indio, y el segundo (una especie de laúd) relacionado con países de tono arábigo como Irak, Turquía, Kurdistán o Siria.

Además, Cliff interpreta el Baschet Crystal, un instrumento que produce sonidos a través de las oscilaciones de los cinlindros de vidrio que lo componen (también conocido como Crystal Organ, y muy similar a una glass harmonica, que utilizó Chris Young en The Uninvited).

El sonido etéreo de este instrumento musical se hace patente en cortes como Wrong Floor o Skull Crushing, donde Cliff añade riqueza a través de estas sugerentes texturas musicales.

El score se mueve entre lo ambiental o etéreo, donde a veces destacan elementos misteriosos o de tensión (como Rubber Head, o los breves pero interesantes I Drive o He Had a Good Time) y los ritmos más intensos, aunque contenidos, para la acción, donde siempre destacan dos elementos, los punteos de guitarra eléctrica de Quayle y los sonidos escapistas de Cliff, un terreno que domina de cabo a rabo (como ya ha demostrado con solvencia en varias de sus obras anteriores), destacando cortes como Hammer o Bride of Deluxe.

En definitiva, escuchado el CD varias veces, solo puedo decir que si eres amante de la música de Cliff Martinez, o si bien te gusta ese sonido pop sintetizado de los 80, más en un tono sugerente y ambiental, ESTE es tu trabajo sin ningún género. No te defraudará, y será un buen elemento de compañía para relajarte o para tus quehaceres diarios.