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Inception

Del Binomio Nolan-Julyan al Binomio Nolan – Zimmer


Cómpralo: si te gusta la línea experimental que Zimmer abrió con la saga de Batman, o la música ambiental y sugerente con un toque a lo Vangelis, este podría ser tu disco.No lo compres: Si lo que buscas es sonido mediaventures puro y duro, o buscas melodías y temas retentivos.

NUESTRA NOTA


Érase una vez un director llamado Christopher Nolan, que en el 2000 tuvo un gran éxito llamado Memento (quizás su mejor película), donde el compañero musical de fatigas era un acertado David Julyan, que supo captar la esencia y complejidad de esta joya.

En el 2002 le seguiría un buen thriller, Insomnia, muy bien rodada, y con un Al Pacino y un Robin Williams impagables, donde director y compositor volvían a colaborar juntos.

Ésta situación idílica se rompería en la siguiente película, una puesta al día del mítico cómic de Batman, cuyas dos últimas películas, los engendros perpetrados por Joel Schumacher (compuestas por el magistral Elliot Goldenthal), habían dejado a la saga algo tocadilla.

Batman Begins (2005) fue éxito de taquilla rotundo, recogiendo excelentes críticas, donde Christian Bale realizaba una excelente caracterización de Batman, con el gran Michael Caine como su famoso mayordomo, y un reparto que quitaba el hipo, con nombres como Gary Oldman, Morgan Freeman, Liam Neeson, Tom Wilkinson, Ken Watanabe, Rutger Hauer o Cilliam Murphy.

Este nuevo Batman fue el “comienzo” de la colaboración con el alemán Hans Zimmer, quien, a su vez, eligió, como copiloto del score a James Newton Howard (ambos habían deseado poder trabajar juntos y este fue el momento), con un score equilibrado entre la adrenalina del alemán, con cortes de acción tan potentes como Molossus, y la parte con carga más dramática y psicológica, cortesía de James Newton Howard.

Personalmente, no hay color si comparamos la música de la nueva entrega de Batman con sus predecesoras (Elfman y Goldenthal), pero siendo sincero, el nuevo score de la saga es un muy buen trabajo, disfrutable y perfectamente ajustado a las imágenes (y lo escribe uno que no es amante del sonido mediaventures, sobre todo cuando diez compositores repiten lo mismo una y otra vez).

En el 2006, Nolan retornó su colaboración con David Julyan para su siguiente película, The Prestige (El Truco Final), un misterioso Thriller de época con Hugh Jackman y Christian Bale, cuya partitura recibió no pocas críticas por parte del aficionado a la música de cine, tachándola de anodina, sin sustancia y excesivamente ambiental.

Y quizás (y solo quizás), ese pudo haber sido el canto del cisne para el binomio Nolan-Julyan, y el comienzo definitivo del binomio Nolan-Zimmer, porque en el 2008, repetiría con Zimmer para la secuela de Batman, llamada Batman Dark Knight, donde el alemán volvía a colaborar con James Newton Howard, en un nuevo éxito de taquilla (aunque la partitura de ambos, esta vez, provocó divisiones entre los aficionados a la música de cine, donde algunos la consideraban como una auténtica genialidad, y otros la considerábamos floja y decepcionante).

En el 2010 ha llegado una nueva (y hasta el momento último) colaboración entre compositor y director, en el Thriller de ciencia-ficción llamado Inception (Origen), el proyecto más personal del director, que se fraguó durante ocho años (desde que en el 2002 firmó con Warner un contrato para escribir el guión de Origen).

El resultado, un éxito de taquilla, una película muy entretenida y muy bien resuelta, visualmente fascinante, y con un score que le pega como anillo al dedo, funcionando como un reloj.

¿Qué te vas a encontrar?

Un score potente y poderoso, de gran intensidad en los cortes de acción y en los momentos más climáticos, con el uso de la electrónica como principal bastión (como en el adrenalítico Mombasa).

Zimmer se rodea de elementos orquestales, como trombones, French Horn, violines o el cello para potenciar y fortalecer la electrónica, reforzando cortes como el brillante coda final, Time, o el genial Waiting for a Train.

Y como no, música ambiental y etérea, espléndidamente desarrollada al más puro estilo Vangelis, como el estupendo Old Souls, un revival de ese sonido estilo Blade Runner, completamente hipnótico y sugerente.

En resumidas cuentas, puede que agrade a los amantes del sonido Zimmer, especialmente aquellos que gusten de la última tendencia que han tomado varios trabajos del alemán (su aportación a la saga de Batman), y para los que no somos tan amantes del sonido mediaventures, encontremos un interesante asidero para disfrutar este score, al menos en mi caso.

Breve apunte Fílmico

Desde el primer trailer de Inception, se ha levantado una expectación generalizada por el último proyecto de Nolan, que parece haber casado perfectamente los dos mandamientos que muchos aficionados al cine llevamos exigiendo hace años: comercialidad e inteligencia. Porque son dos aspectos que no van reñidos, algo que gente como Michael Bay o Roland Emmerich no acaban de entender (o no quieren entender).

Con la pasta que se gastan (y a veces, lo poquísimo que recaudan en comparación), debería de existir un comité de notables que aprobase los horrores que veces llegan a las pantallas. Pero está claro que tiene que haber de todo, o lo que es lo mismo, para gustos…colores. Habrá quien ame su cine, y otros, sin embargo, todo lo contrario.

Nolan ha hecho una película donde la pasta invertida en efectos especiales y visuales funcionan como un elemento narrativo más, sin entorpecer el avance de la historia (de hecho renunció a hacerla en 3D para evitar distracciones del espectador), con una premisa argumental sencilla, y un desarrollo más complejo, pero fácilmente entendible.

Leonardo Dicaprio es Cobb, un extractor, capaz de meterse en tus sueños, y acceder a esas “ideas” que no quieres que nadie vea, y acto seguido, robártelas. Eso queda patente en el brillante y vibrante prólogo de la película, donde un multimillonario, Saito (un genial Ken Watanabe), contento con la prueba a la que somete a Cobb y su equipo, le propone un trabajo: Origen.

En lugar de extraer o robar una idea, lo que deberá hacer es implantar una, logrando que Robert Fischer (Cilliam Murphy) renuncie a la poderosa herencia de su padre multimillonario, fortuna que incluye un consorcio multinacional que es competencia directa de las empresas de Saito.

Si hace el trabajo, Saito limpiará el nombre de Cobb, alejado de sus hijos por estar en busca y captura, acusado de la muerte de su esposa.

Cobb accede, formando un equipo de lo más variopinto, donde destaca su mano derecha, Arthur (otro genial Joseph Gordon Levitt, al que guardo cariño por la serie Cosas de Marcianos), y una joven estudiante, Ariadne (una excelente Ellen Page), que se encargará de fabricar la arquitectura de los sueños.

El plan parece bueno (un triple nivel de sueños para implantar la idea), y nada parece indicar lo contrario, pero cuando se introducen en el primer nivel, todo comienza a ir mal, y no pararán de ser perseguidos y disparados por el subconsciente de Fischer y el oscuro pasado de Cobb, relacionado con la muerte de la mujer.

Con un excelente y endiablado ritmo, un buen guión, excelentemente rodada (visualmente es fascinante) y con un buen elenco de actores comprometidos con la causa, Inception es una de las agradables sorpresas del año. Le falta algo para ser redonda o perfecta (quizás algo menos de metraje, con menos escenas de acción, a veces algo caóticas), pero tiene momentos realmente brillantes, como la escena del hotel (nivel dos), donde el actor Joseph Gordon Levitt (cuyo papel era inicialmente para James Franco) rodó las escenas sin doble.

Al resultado final, colabora, y de forma notable, un buen trabajo del alemán Hans Zimmer, que para mi gusto firma un buen trabajo, dando a la película el sonido que realmente necesita.

El alemán Hans Zimmer firmando copias de la banda sonora de Origen.

Curiosidades del Score

Una vez los protagonistas entran en un sueño, deben poseer un método para retornar a la realidad, lo que llaman “dar la patada”, y en la película se realiza mediante la canción Non, Je Ne Regrette Rien, de la mítica cantante francesa Edith Piaf.

Al parecer, Nolan la tenía como una pieza musical de cabecera para la película, hasta que contrató a Marion Cotillard, quien interpreta a Mal (la esposa de Cobb), y que en el 2007 había protagonizado La Vie en Rose, interpretando nada más y nada menos que a Edith Piaf, algo que fue pura coincidencia.

Para intentar levantar suspicacias de cualquier tipo, el director estaba dispuesto a cambiar la canción por otra, pero fue Zimmer quien lo persuadió para que no lo hiciera, quedando como un importante elemento narrativo dentro de la película.

De hecho, el compositor convirtió el ritmo del estribillo de la famosa canción en el potente y poderoso motivo de apertura, que lo encontramos en el primer corte, Half Remembered Dream, y también en el primer trailer donde se anunciaba la película.

Lo que hizo fue coger el estribillo y darle un tempo muchísimo más lento, y a través de los sintetizadores y la electrónica lo convierte en un motivo poderoso y grandioso, como un fuerte y potente despertador (elemento narrativo), que se convierte en parte del clímax final, recogido en el corte diez, Waiting for a Train, donde se superponen perfectamente la canción con el motivo electrónico basado en la misma..

En este enlace, tenéis una entrevista del compositor, donde un video explica como adaptaron la famosa canción de Edith Piaf como parte del potente sonido de la película.

En cuanto a Zimmer (como puede leerse en varias entrevistas en la web), afirma que se encuentra muy a gusto cogiendo tres o cuatro notas y generando una serie de motivos que tratan de golpear emocionalmente, dejando a un lado la melodía, y evitando así crear un tema heroico o épico, característica que se observa en todo el score (pienso que lo cortés no-quita lo valiente, pues hasta Vangelis creaba por igual sonidos emocionales y melódicos, sin ser para nada excluyentes).

Personalmente creo que dentro de la película es un score genial (le queda como anillo al dedo), con ese sonido landscape estilo Vangelis o Tangerine Dream que le confiere un tono ambiental y etéreo al trabajo de Zimmer, pero sin dejar de ser una progresión en el estilo de composición que lleva marcándose desde su primer Batman, así como su secuela (con desiguales resultados para el que escribe).

Es por ello que no estamos ante una genialidad, sino ante una continuidad que consigue plasmar con éxito las ideas del director sobre la película, siendo un elemento narrativo más al lado de los efectos visuales y sonoros, con toques minimalistas, música atmosférica y algún pasaje de acción potente y muy logrado, aunque ello puede representar una escucha poco fácil o habitual para el grueso de aficionados (especialmente para aquellos que buscan el sonido puro y duro de mediaventures).

Por mi parte, he encontrado ciertos elementos musicales en este score que lo hacen disfrutable (sin llegar al rango de genialidad), y es que Zimmer ha conseguido crear un sonido musical (su sonido) para el universo de Nolan, y eso es mérito del alemán y de las indicaciones del director.

Dentro del apartado musical, nos encontramos a Lorne Balfe como compositor acreditado de la música adicional de la película, perteneciente al grupo mediaventures (MV), y que ha compuesto música adicional para otras películas de Zimmer como Sherlock Holmes, Angels & Demons (2009) o la secuela del nuevo Batman, así como para otros compositores de la factoría MV, como Steve Jablonsky en las dos entregas de la saga de Transformers o para Ramin Djawadi en Iron Man (2008).

Además, colabora en el score el guitarrista Johnny Marr, cuyos punteos redondean el potente corte de acción Mombasa, o añaden unos rítmicos y bellos acordes finales para el corte Time.

Por último, destacar que Hans Zimmer ofreció en L.A. una premiere del score para Inception en vivo y en directo, unos veinte minutos como anticipo para los fans del alemán, donde también se encontraba el guitarrista. El concierto está colgado en dos partes en YouTube.

La primera parte del concierto abre, en primer lugar, con el motivo principal que aparece en el corte uno, Half Remembered Dream (basado en el tema de Edith Piaf). Acto seguido, suena el corte Dream Is Collapsing, y finalmente, el corte Waiting for a Train, donde los punteos de Johnny Marr permiten llevar la melodía inicial del corte, cerrando con la voz de una solista femenina, lo que otorga mayor dimensión dramática a la música, confiriéndole un carácter más humano (en el corte editado no se escucharía este especie de lamento, destinado a la mujer de Cobb), quien además interpreta un extracto de la canción de Edith Piaf (como en el corte editado). Escuchar →

En la parte dos continuaría el cierre del corte Waiting for a Train (que queda cortado en el enlace anterior), continuando con el potente y rítmico Mombasa, donde las baterías, violines, trombones, electrónica y los punteos de Johnny Marr componen un corte de acción completamente vibrante. Finalmente, a modo de coda final, cierra la premiere con el corte Time, donde el propio Zimmer se sienta al piano para interpretar el tema de Cobb, donde se van añadiendo todos los músicos, incluido la solista (lástima que en el CD no incluyese esta idea musical, porque da más profundidad y humanidad al personaje de Cobb). Escuchar →

Motivos Principales y Análisis del Score

El score está construido por bloques temáticos o estructuras musicales, que funcionan como un todo, impregnando a las imágenes a las que acompaña del cariz o carácter que requiera la situación (sugerente, tensión, drama, acción,…). Dentro de esos bloques, se detectarían una serie de motivos o estructuras que funcionan para el conjunto de la película:

Primer Bloque: El Mundo de los Sueños (Motivo del Sueño)

Este bloque sería el sonido Inception, la música relacionada con el mundo de los sueños, acompañando los momentos más climáticos de la película, como los colapsos que se producen en los sueños (el del prólogo inicial o los que se producen en los tres niveles finales), y también los momentos más melancólicos o tristes, como acompañamiento de los personajes (especialmente Cobb), como el magistral corte Paradox, previo al epílogo final, donde Zimmer da un tratamiento triste, reflejo de la soledad de uno de los protagonistas.

La génesis del sonido Inception lo encontramos en el primer corte, Half Remembered Dream, donde Zimmer introduce un motivo basado en tocar dos pares de notas de piano, con las que comienza a construir el motivo principal, siempre alrededor de dos notas, mientras en el fondo crece un poderoso sonido de sintetizador y vientos, que va emergiendo a través de dos potentes golpes sonoros, basado en la canción de Edith Piaf, pero con ese tempo lento ya comentado (canción utilizada para volver desde el mundo de los sueños al mundo de la realidad). Tras alcanzar un potente y sonoro clímax, acto seguido repite, los dos juegos de notas iniciales con los violines.

El compositor utiliza tanto esos dos pares de notas como los dos golpes sonoros de la famosa canción, entendiéndose el primero como un submotivo del segundo, ya que es la canción que el compositor tomó como referencia para componer el sonido del score. En definitiva, ambas variaciones serían el motivo principal, el motivo del sueño, el mismo motivo, pero interpretado de similar forma.

Un brillante ejemplo de la utilización de los golpes sonoros del tema de Piaf, convirtiéndolos en una secuencia de dos pares de notas, serían los momentos de los colapsos del sueño, donde se convierte en un tema de urgencia muy potente y realmente espectacular, como el corte tres, Dream Is Collapsing, transmitiendo una sensación de que algo increíble va a suceder.

Esa utilización musical basado en el motivo principal también se encuentra en cortes como el principio del climático Dream Within a Dream, con los primeros amagos de colapso en el primer y segundo niveles de sueño, donde la electrónica construye unos ritmos poderosos y violentos, completamente van in crescendo, perfectamente integrado con elementos orquestales (vientos y violines), o la parte final del 528491.

O la parte final del corte Waiting a Train, el colapso de los tres niveles, donde tras entrar la canción de Edith Piaf, comienzan a hacer el relevo los golpes sonoros a través de los vientos y la electrónica, con los violines acompañado, donde se introduce una breve fase de transición, donde oímos el sonido del transcurrir de un reloj sobre un zumbido electrónico, acompañado de dos suaves golpes, que dan paso de nuevo a la fase climática del motivo principal, donde los violines trazan un ritmo aún más frenético.

Esto sería el motivo principal de Origen, que también se usa para destacar y reflejar la tristeza y la soledad de los personajes (especialmente Cobb), como en el corte Paradox, donde un cello interpreta las notas a modo de cuasi réquiem, o el magistral Time, donde tras la apertura de las notas de piano del primer corte, Zimmer comienza a añadir instrumentos (los punteos de Johnny Marr, la electrónica, cuerda y vientos) a modo de Coda final, para cerrar, finalmente, con un breve toque de misterio final, una pequeña y sutil distorsión (a modo de zumbido).

Segundo Bloque: La Dinámica Básica de los Sueños

Es un tema que hace avanzar la historia, y que sirve para explicar la dinámica de los sueños, el funcionamiento de la construcción de los mundos que vemos en pantalla, donde se apuntan las reglas de funcionamiento de ese universo mental, indicando lo que está permitido o no para evitar ser atacado por el subconsciente ajeno, y que fundamentalmente se oye en las conversaciones que tienen lugar entre Cobb y Ariadne.

Por ejemplo, One Simple Idea, la explicación de Cobb a Ariadne sobre las posibilidades de construcción para la arquitectura del mundo de los sueños, donde Zimmer introduce un motivo basado en la electrónica, muy sugerente y dinámico, con mucho ritmo, pero de forma suave, con un sonido oscilante, subiendo y bajando, y donde los punteos de guitarra acompañan al sonido del sintetizador, con los violines envolviendo al transcurrir del motivo.

Radical Notion es otro brillante ejemplo, donde tras una apertura impresionante y poderosa (el motivo principal de los pares de notas inicial, a través de los vientos y los sintetizadores), donde vemos a Ariadne desdoblar una ciudad entera, convirtiéndola en un cubo perfecto, se inicia el motivo de la dinámica de los sueños, mientras se va diluyendo, poco a poco, el motivo principal conforme avanza el tema, cerrando con un clímax final de gran intensidad para el momento en el que Ariadne comete un “error de cálculo” y es atacada por el subconsciente de Cobb.

Tercer Bloque: El Mundo de Mal (La historia de Mal y Cobb)

Personalmente es mi bloque preferido del score, perfectamente reflejado en el corte Old Souls, y que representa los recuerdos y flashbacks de Cobb sobre su esposa, explicando el origen de la tragedia de su muerte.

Este motivo, completamente ambiental y etéreo, contiene elementos minimalistas (se repiten las notas, pero en diferentes niveles), introduciendo un aire melancólico y nostálgico, envuelto todo ello en sonoridades atmosféricas y ambientales al más puro estilo Vangelis, especialmente cuando los sintetizadores emulan los vientos de forma distorsionada, muy a lo Blade Runner.

Este motivo reaparece al comienzo del clímax final de la película, recogido en el corte Waiting for a Train, donde Cobb se debe enfrentar a la proyección/presencia de Mal.

Cuarto Bloque: Motivo de Acción

Lo representa el corte Mombasa, relativo a la persecución que sufre Cobb por las calles de la susodicha ciudad, donde una ingente cantidad de agentes trata de capturarle en una huída frenética por estrechas y angostas calles, donde Zimmer lanza un corte rítmico y salvaje, que va creciendo conforme se encrudece la persecución, con una potente y agresiva percusión que gana en intensidad según los agentes van cercando a Cobb, con un clímax musical no apto para cardiacos, donde la guitarra de Johnny Marr se marca unos potentes punteos.

Este motivo es reutilizado en varias escenas de la película, como el tiroteo de la nave industrial del nivel uno, o en una persecución dentro de la furgoneta, mediante variaciones que no fueron editadas en el CD, pero perfectamente representadas con el corte de Mombasa.

Bajo mi punto de vista, me trae a la memoria (a modo de ligero déja vú) algo del material electrónico de uno de mis trabajos preferidos de Zimmer, el del corte Synchrotone de Black Hawk Down, donde el alemán se marcaba un espectacular, y a ratos caótico, corte de acción.

Bonus Tracks y lo que falta

Para los amantes del score de la película, Zimmer brinda la oportunidad de conseguir dos bonus tracks que vendrían a ser el corte trece y catorce (Projections y Don’t Think About Elephants), doce minutos y medio más de material del trabajo del alemán, que si bien no suponen nada nuevo bajo el sol, si que aportarán disfrute al oyente, incluyendo material similar al editado pero en forma de suite y a través de interesantes variaciones.

Se puede conseguir en este enlace, y solo tienes que facilitar un email para que puedas descargarte desde la web, de forma inmediata y gratuita, los dos cortes comentados.

Valoración Final

El tono general del score discurre desde lo onírico, místico y misterioso, hasta lo melancólico y dramático, pasando por momentos violentos y poderosos, siguiendo la línea que Zimmer marcó en su trabajo para Batman Begins y en su secuela (incluso material oscuro y de tensión de su música para el famoso Código Da Vinci).

Como composición me parece muy superior a sus aportaciones para la saga de Batman, siendo una obra muy seria y que trabaja perfectamente dentro de la película, proporcionando cierto disfrute a quienes gustamos de este tipo de trabajos, donde la música sugerente y ambiental proporciona al oyente una válvula de escape del mundo real.

No es una obra maestra, ni una genialidad, pero cuanto más se escucha más detalles se encuentran, y es el primer Zimmer que he disfrutado en tiempo (incluyendo el tema de Sherlock Holmes y su trabajo para la primera parte de Batman).

Inception

01. Half Remembered Dream (1:12)
02. We Built Our Own World (1:56)
03. Dream Is Collapsing (2:24)
04. Radical Notion (3:43)
05. Old Souls (7:44)
06. 528491 (2:24)
07. Mombasa (4:54)
08. One Simple Idea (2:28)
09. Dream Within A Dream (5:04)
10. Waiting For A Train (9:30)
11. Paradox (3:25)
12. Time (4:36)
13. Projections (bonus)
14. Don’t Think About Elephants (bonus)

Duración total: 49:19 minutos
Compositor: Hans Zimmer
Sello: WaterTower Music
Formato: CD, Download
Fecha de publicación: 12 de julio de 2010