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Género
Aventuras, Ciencia Ficción, Marvel, Superhéroes
Lo mejor
El fantástico tema central
Lo peor
La relevancia de su conjunto final

Guardians of the Galaxy

2014

Marvel está cuidando cada vez más sus franquicias. Y la prueba la tenemos aquí. Guardians of the Galaxy (Guardianes de la Galaxia, 2014) resulta, en su conjunto,  una película encantadora y, a la vez, llena de fuerza, músculo y carisma.

Y es que la nueva fantasía del conocido estudio crea un universo propio que bebe de muchas fuentes (sobre todo La Guerra de las Galaxias) pero que consigue tener su personalidad gracias a la perfecta conjunción de todos y cada uno de sus elementos. Nada es desdeñable en este prodigio de la era digital.

Guardians of the Galaxy – La Película

Para empezar no encontramos ante una estética ciertamente kitsch que recuerda en su ritmo y movimiento al cine hecho en los 90. Imágenes como la rueda de reconocimiento de los guardianes o algunas escenas de acción beben de muchos de esos videoclips de estilo postmodernista hecha en la citada década.

Un aspecto fundamental que desgraciadamente se ha ido abandonando más desde que la era de los efectos especiales invadió nuestras vidas y que aqui es mejorado notablemente. Es más, sobresalientemente.

Hablo de un trazado de los personajes cuidadoso  y esmerado, empujado por unas convincentes y aguerridas interpretaciones de sus actores. Hasta los personajes más secundarios como Yondu, o incluso la envidiosa Nebula, tienen su carisma y una voz propia que los hacen únicos en este mundo de seres extravagantes y con sutil sentido del humor. Esa es precisamente la bala que James Gunn, director de la cinta, se guarda en la recámara para hacer de su película una experiencia única.

Hablamos de un humor ágil e inteligente que hace que la película no se estanque en el drama que hay inherente y avance con brío, solvencia y socarronería.

¡Y qué mejor que coger un personaje que desde sus primeras apariciones se convierte ya en santo y seña de la saga y, por qué no aventurar un poco, en clásico instantáneo…al igual que la propia peli!  Peter Quill, alias Star Lord (un carismático y entregado Chris Pratt) capitanea esta peculiar escuadrilla con la misma facilidad y desparpajo con la que hace una peineta a sus captores.

Los estereotipos de este tipo de personajes, huraño, ensimismado, solitario y soberbio, queda perfectamente explotado por el actor norteamericano aportando esas dosis de humor irreverente y elocuente pero necesario que hace que la historia encuentre su propio camino a través de sus personajes y adquiera un significado único dentro del competitivo y explotado mundo del blockbuster.

Se complementa perfectamente con el carácter de los otros personajes que, por no extenderme más, no detallaré y con los que conformará un equipo único.

Finalmente, destacar ese maravilloso tufillo a película desenfada y de aventuras de los 80, más cercana a la serie B que a la A, y que para más inri es remarcada, deliberada, humorística y nostálgicamente, por su director con una serie de canciones emblemáticas de la época.

Todo está perfectamente mezclado en esta coctelera en la que tal vez le sobre un final no tan alargado y una banda sonora más trabajada a la altura de las circunstancias.

Está hecha con un enorme cariño, resulta coherente en su conjunto, no pestañea casi en ningún momento y sabe en qué liga juega y se erige, como el Real Madrid o el Barça, en equipo de Champions.

La sombra de Los Vengadores es alargada, no por su estética o contenidos, sino por ese enfoque desvergonzado y desprejuiciado que es el que a la postre buscan los fans de los cómics, los no tan fans y los que aspiran a pasar simplemente un buen rato en el cine. Ahí están los resultados.

Gamora, Star-Lord, Rocket Raccoon, Drax el Destructor y Groot

Da todo lo que promete y más. Y, por qué no decirlo, las adecuadas dosis de frikismo para los que estamos un poco más “locos”.

Me declaro, desde ya, fan de la saga.

¡Quiero más!

Tyler Bates : Calentando Motores (por Ruben Franco)

Lo bueno y lo malo de Tyler Bates, sin lugar a ningún género de duda, es su sencillez y la par quizás una limitación para abordar, musicalmente, proyectos de mayor envergadura. Pero eso, para mi, no supone un problema. Aceptar la limitación y luchar contra ella, como  ha hecho aquí Tyler, y como nos remarcará Dani después, es loable y admirable. Y por ello, para bien o para mal como ya dije, es para quitarse el sombrero por el esfuerzo.

La obra musical de Tyler Bates ha ido creciendo año tras año, aunque el componente fantástico o de terror ha sido el que más presente ha estado. Quizás se desmarque con el remake de Get Carter (2000), donde el compositor paga paga homenaje a la partitura original de Roy Budd, fusionando funky, bases electrónicas y orquesta, o City of Ghosts (2002) de Matt Dillon, con el propio Dillon y James Caan al frente del reparto.

Pero, como dijimos, será el terror y el fantástico el que ponga al compositor en el disparadero, con títulos como el acertado remake de Dawn of the Dead (2004), donde incicia una fructífera colaboración zon el director Zack Snyder, en títulos como el cómic de Frank Miller hecho película en 300 (2006), su trabajo más polémico (por esos temp track del Titus de Elliot Goldenthal), en la infravalorada y estimable Watchmen (2009), o en la irregular aunque interesante Sucker Punch (2011).

A esta colaboración se le sumará otra relacionada con el horror, la del director y músico Rob Zombie, en la genial y enfermiza The Devil’s Rejects (2005), o los remakes de la saga de Halloween (primera y segunda entrega), y sin olvidarnos de la macarrada y divertida Slither (2006), película sobre babosas alienígenas invasoras, con el simpático Nathan Fillion como protagonista (con muchos más trabajos por citar, como The Darkest Hour).

Aunque es quizás, con justicia, su mejor obra sea la de Doomsday (El Día del Juicio, 2008), una oda musical (y cinematográfica) al cine de los 80 dirigida por Neil Marshall, y donde Tyler hace un ejercicio musical digno de mención, fusionando orquesta, sintes y coros para ofrecernos una magnífico batiburrillo donde aparecen reminiscencias de grandes como John Carpenter, Brian May o incluso Vangelis.

Y también ha trabajado en el mundo del videojuego, con incursiones como The Rise of the Argonauts (2008) o God of War: Ascension (2013), así como en el medio televisivo, con series como Californication o Salem.

Todo ello, finalmente, nos lleva a Guardians of the Galaxy, donde el score de Tyler Bates comparte crédito con una fabulosa selección de canciones ochenteras (desde el acertado I Want You Back de los Jackson Five, que cierra la película, hasta la genial canción que suena en Morag cuando Star Lord entra en las antiguas ruinas, Come and Get Your Love de Redbone).

Quizás sobre citar que esta fabulosa selección de canciones roba protagonismo al trabajo de Bates, quien no obstante acierta de pleno con su tema central para los guardianes, quizás lo mejor que ha compuesto, memorable y retentivo (algo dificil de conseguir hoy día), añadiendo dos aciertos notables con el tema de Groot y el tema de los Nova Corps, donde incorpora coros (el tema de Ronan, sin embargo, es más ambiental con tonos malignos, menos currado).

Cuando no aparece el tema central, el score pasa por la película sin sobresalir (también sin molestar, sea dicho de paso), lo que es una pena y le resta poder al conjunto final. Y aún con sus limitaciones, un score disfrutable.

El Score – Breve Análisis

Recuerdo aquellos scores sinfónicos para pelis de aventuras de los 80 (y algunos no tan lejanos como los compuestos por Michael Giacchino para Star Trek y John Carter o por Christophe Beck para Percy Jackson) en el que la música estaba totalmente al servicio del espectáculo acompañando a la acción de forma talentosa y briosa con, a veces, temas bastante inspirados y que daban un plus de emoción y energía a la peli.

Esto es precisamente lo que no veo aquí. Pese a los notables esfuerzos de Tyler Bates, un músico bastante limitado y poco dado a la elaboración en sus creaciones, este score resulta excesivamente rudimentario, basto y machacón, salvo  contados momentos.

Cierto es que Bates compone un sinfonismo grandilocuente y enérgico pero de escasísima elaboración y mucha menos creatividad. Los recursos musicales empleados son cualquiera de los de un score sinfónico al uso para este tipo de pelis, con la diferencia de que Bates apenas sabe dibujar la acción con su música y así mismo resultar un score demasiado generalista y falto de pretensiones e ideas. Poco o nada dice de la peli. Es un acompañamiento vacío, vibrante en ocasiones, pero en líneas generales bastante anodino y hasta burdo.

A esto hay que añadirle algo que me parece bastante grave: la ausencia casi total de humor. Una película de esa índole se prestaba para insertar puntuales notas humorísticas y hacer del conjunto algo desenfado y que no se creyese su propia compostura que, como digo, pienso que está desfasada y pretende ir más allá de lo que realmente puede alcanzar. Hasta aquí la parte negativa y el principal motivo por el que esta banda sonora no pasa, para mi gusto, del 5 raspado.

El contrapunto es un fantástico tema principal para los héroes de turno cuya buena concepción y mejor explotación durante el metraje es lo que le da la única entidad que percibo en este score. Y es que precisamente es a partir de la formación de esta peculiar cuadrilla cuando la música empieza a coger cuerpo y es gracias al buen uso que Bates hace de él, sabiéndolo insertar perfectamente en cada momento y dotando, esta vez sí, de gran entidad al conjunto. Pero es un grano de arena en un monte tan vasto.

Consigue gracias al citado tema momentos de gran epicidad como The Kyln Escape (el tema más destacado del disco). Aún así, sigo creyendo que el resto de música podía haber dado mucho más de sí, más aún viendo la riqueza de situaciones y personajes que contiene la película.

Hay otro punto destacado, y son unas tímidas inserciones de misticismo gracias al tema de Groot, que podemos escuchar en Groot  spores o, sobre todo, en el fantástico Groot Cooon. También en temas como Sacrifice podemos escuchar esa vena romántica que Bates ha querido plasmar con su música pero que apenas tiene protagonismo, cierto es que debido al que escaso desarrollo del romance.

Una música, en definitiva, fantástica cuando su tema principal hace acto de presencia, notable aunque algo forzada en su parte mística y carente de enjundia y alma en el resto. Y esto creo que se debe más a las grandes limitaciones del compositor que a que no haya tenido libertad creativa en el proceso.

Y aún así creo que ha conseguido su mejor trabajo hasta la fecha.

Guardians of the Galaxy

  1. Morag (01:58)
  2. The Final Battle Begins (04:21)
  3. Plasma Ball (01:18)
  4. Quill’s Big Retreat (01:37)
  5. To The Stars (02:51)
  6. Ronan’s Theme (02:23)
  7. Everyone’s An Idiot (01:26)
  8. What A Bunch Of A-Holes (02:14)
  9. Busted (01:34)
  10. The New Meat (00:35)
  11. The Destroyer (01:36)
  12. Sanctuary (02:26)
  13. The Kyln Escape (07:22)
  14. Don’t Mess With My Walkman (00:44)
  15. The Great Companion (00:51)
  16. The Road To Knowhere (00:37)
  17. The Collector (03:20)
  18. Ronan’s Arrival (00:56)
  19. The Pod Chase (03:55)
  20. Sacrifice (03:20)
  21. We All Got Dead People (01:45)
  22. The Ballad Of The Nova Corps. (01:48)
  23. Groot Spores (01:11)
  24. Guardians United (02:46)
  25. The Big Blast (03:20)
  26. Groot Cocoon (02:28)
  27. Black Tears (02:42)
  28. Citizens Unite (01:15)
  29. A Nova Upgrade (02:10)
Duración total: 64:37 minutos
Compositor: Tyler Bates
Sello: Marvel Music
Formato: CD, Descarga digital
Fecha de lanzamiento 24 de Julio de 2014
Guardians of the Galaxy