Análisis
Portada » Análisis » Dr. No

Cinematográficamente, el Dr. No (1962) significó el comienzo de una de las más prometedoras y rentables sagas de la historia del cine, la franquicia de James Bond, o lo que es lo mismo, el agente 007 con Licencia para matar (pero no para ser matado), aunque no su banda sonora, floja y anodina, donde solo se salva su espectacular (y polémico) tema central, que ni tan siquiera pertenecía al 100% a su compositor (aunque así lo dictase la justicia).


Dr.No

Compositor: Monty Norman.

Año: 1962.

Cómprala: si eres coleccionista de la música de James Bond, y/o te gusta la música caribeña.

No la compres: si lo que buscas es el sonido Bond, ese sello inconfundible de John Barry (ya que no pasarás del primer tema).

NUESTRA NOTA

El compositor asignado al proyecto, el británico Monty Norman, no repetiría (acertadamente) en la siguiente película de la saga, From Russia with Love (1963), siendo reemplazado por el magistral John Barry, el verdadero creador del sonido Bond.

Y es que el score más flojo de Barry para 007 le da miles de vueltas al de Norman, así de claro, como el agua cristalina.

Dr. No – El Origen de 007

El asesinato del agente Strangways y su secretaria en Jamaica pone en jaque al MI6, que enviará a James Bond (el agente 007) a investigar lo que ha sucedido, encontrándose con que todas las pistas acaban yendo hacia el mismo lugar: una isla llamada Crab Key, regentada por el Dr. Julius No y su ejército de lacayos, donde está terminantemente prohibido el acceso, donde el Doctor podría estar realizando una serie de pruebas relacionadas con la radiación (algo que Bond averigua gracias a un muestreo de rocas de la Isla que había recogido Strangways).

Bond tendrá la ayuda de la CIA (a través del agente Felix Leiter) y de Quarrel, quien le guiará para llegar a la Isla e investigar lo sucedido (no sin antes sobrevivir a varios intentos de asesinato y desenmascarar a algunos esbirros del Dr. No, entre ellos al profesor Dent y una bella secretaria asiática, de la que se beneficiará antes de entregarla a las autoridades).

Una vez en la isla, se encontrarán con la despampanante Honey Rider (una diosa rubia llamada Ursula Andress), cuyo padre ha desaparecido investigando la Isla.

Pronto serán descubiertos por los hombres del Dr. No, quienes agujerearán el bote de Quarrel y Bond, con lo que pondrán pies en polvorosa internándose jungla adentro, con la estimulante compañía, eso si, de la hermosa Honey.

A la noche serán descubiertos por un enorme vehículo lanzallamas, de cuyo enfrentamiento saldrá malparado Quarrel, capturando, acto seguido, a Bond y Honey, quienes serán sometidos a un proceso de limpieza por haber estado expuestos a una fuerte radiación.

Tras descansar en los aposentos de la Base del Dr. No, serán llevados a su presencia, donde tendrá lugar un careo entre el villano y Bond, que será el origen de un recurso habitual en la saga Bond: las conversaciones entre Bond y sus enemigos, siempre dotadas de sorna y humor negro (algo que se irá perfeccionando según avance la saga, perdiéndose gran parte de ello, por no decir todo, en las películas de Brosnan).

El Dr. No es el líder de la organización Espectra, y ha construido un reactor nuclear con el que da energía a una poderosa tecnología (una especie de rayo tractor) con el que saboteará la misión espacial norteamericana que tendrá lugar en escasas horas, estableciéndose así como una poderosa fueza que amenace al viejo orden mundial.

El doctor tenderá la mano a Bond para que colabore con él, pero todo será en vano, siendo recluido Bond en una prisión y la chica sentenciada a muerte… aunque, como os podréis imaginar, Bond se las ingeniará para acabar con el plan del Dr. No y rescatar (y ya de paso ligarse) a Honey Rider (un final que también establecerá escuela en las siguientes películas de la saga, con el clásico rollete de Bond con la chica de turno).

Curiosidades y Anécdotas

El inicio de la exitosa saga comienzaría a establecer, poco a poco, una serie de clichés y arquetipos que se irían perfeccionando a lo largo de la franquicia, siendo uno de los elementos por los que el popular agente secreto ha tenido tantos adeptos.

Por ejemplo, el jefe de Bond se llamaM, y sería interpretado por el actor Bernard Lee, desde 1962 hasta Moonraker (1979), falleciendo en 1981. Otros actores tomarían el relevo, incluso Judi Dench sería M, desde 1995, incorporándose en Goldeneye, hasta nuestros días, cuya última aparición ha sido en Quantum of Solace (2008), estando pendiente el último título de la saga, Bond 23, que probablemente pueda ser el último título de Daniel Craig como 007.

Aunque en esta primera película no vemos al habitual y famoso actor que interpreta al genial personaje de Q durante prácticamente toda la saga, en ésta primera película sí vemos aparecer a otro actor cuyo rol podría asemejarse al del futuro Q, y que simplemente obliga a 007 a cambiar su beretta por una Walter PPK (esgrimiendo como razón la poca fiabilidad del arma de Bond, la cual había fallado en su anterior misión). De hecho, la Walter PPK es una pistola semiautomática de origen alemán que será usada por Bond en la mayor parte de la saga.

No obstante, el verdadero comienzo de los gagdets (los famosos inventos de Q para combatir a sus enemigos y salir ileso de la situaciones y complicaciones que se le vayan presentando) tendrá lugar en From Russia with Love (1963), donde Q le dará un maletín que acabará salvándole la vida en su enfrentamiento con el despiadado asesino Grant (Robert Shaw).

Otro personaje habitual de la saga (que propiciará no pocos momentos cómicos en los comienzos de cada una de las misiones) será la secretaria de M, la señorita Moneypenny, que suspira por conseguir que Bond caiga rendida en sus brazos, interpretada brillantemente por Lois Maxwell, que encarnaría este rol hasta A View to a Kill (1985), donde abandonaría el papel.

El gusto por las mujeres es algo que será habitual en la saga, consolidando a Bond como un auténtico seductor, un galán capaz de enamorar a cualquier mujer (aunque pertenezca al bando de los malos).

De hecho, en ésta película vemos a una chica que se liga en el comienzo de la película, Sylvia Trench, que repetiría en la siguiente película de la saga, no volviendo aparecer nunca más (algo que se pretendía repetir en el comienzo de cada título de la saga como un cliché, y que sin embargo fue obviado desde Goldfinger, despareciendo el personaje de la saga).

También el humor, el sarcasmo y la sorna se convertirán en un elemento esencial de Bond, y en especial cuando se enfrente a sus enemigos, siendo uno de los elementos más disfrutables de las películas (especialmente memorables en películas como A View to a Kill o Moonraker, por ejemplo).

En cuanto al padre de la saga, Ian Fleming, escritor y creador de James Bond, vivía y residía en Jamaica, desde donde escribió las novelas del agente 007, siendo el lugar donde transcurre la trama del Dr. No. Parte de la película se rodaría allí (como el aeropuerto de Kingston), y otra gran parte sería rodada en los famosos y míticos estudios Pinewood (Londres).

Y llama la atención, especialmente, el humilde comienzo de ésta saga, donde la inversión en publicidad fue bajísima, con escasos recursos invertidos en campañas de Marketing. Ni tan siquiera los famosos productores de la saga, Albert R. Broccoli y Harry Saltzman, habían imaginado la repercusión y el éxito que obtendría la película, cuya excepcional recaudación permitió pensar en realizar otra película de 007.

Como anécdota, la película contiene una escena donde 007 se las tiene que ver con una araña asesina, y dada la aracnofobia que sufría Sean Connery, éste declinó en un doble para rodar las escenas donde aparecía el temido arácnido.

Monty Norman

Es curioso como algunos compositores pueden pasar a la historia del cine, y tristemente hacerlo no por sus virtudes compositivas, sino por asuntos muy lejanos a tal realidad.

El caso es que Monty Norman llegó a Dr. No como el compositor asignado al proyecto, con una experiencia cinematográfica prácticamente nula, contando en su haber una versión del Dr. Jekyll llamada The Two Faces of Dr. Jekyll (1960) del genial Terence Fisher y un drama musical televisivo llamado Expresso Bongo (1958).

Durante la composición de la partitura algo no debió de gustarle a los productores, que no tardaron en llamar a otro compositor para echar mano al asunto, siendo el elegido John Barry, que haría una serie de arreglos a través de los vibrantes punteos de guitarra de Vic Flick (ambos componentes del grupo John Barry Seven), y que serían el germen del famoso tema de 007.

Estos «arreglos» serían el comienzo de uno de los litigios más famosos de la historia del cine sobre la autoría del motivo de Bond, que terminaría a favor de Norman, quien obtendría los royalties del tema principal en detrimento de Barry.

No obstante, el sentimiento y clamor popular por parte de los aficionados a la música de cine, y en especial a John Barry, es que ese TEMA es de Barry y no de Norman, especialmente visible en los arreglos del motivo, que lo hacen vibrante, enérgico y poderoso, como gran parte de los temas compuestos e interpretados por el Maestro en su formación John Barry Seven, donde se pueden observar las pautas musicales del compositor, y ese estilo inconfundible.

Pero como la justicia es ciega (y sorda) nos conformaremos con decir que el tema puede que sea de Norman, pero suena a Barry, y fue éste último quien recogió el testigo dejado por el primero, que hizo una partitura a medio camino entre la música caribeña y la música ambiental (incluso anodina), con la aparición, de vez en cuando, del famoso motivo de James Bond, los únicos momentos donde la música brilla realmente.

El Score

Tanto el CD original como la reciente remasterización del 2001 incluyen la misma cantidad de música, y cabalga entre lo que es Source Music y la música de tensión ambiental, por momentos insulsa.

Tenemos ritmos caribeños, que ilustran perfectamente las localizaciones, como la canciones Kingston Calypso (de la que hay una variación más en el corte 12, donde la voz de una mujer sustituye a la del hombre) o Jump Up (también con otra versión en el corte diez, y que suena en una fiesta nocturna a la que acude Bond a reunirse con Felix y Quarrel), o temas de vena más de ese estilo rock-pop de la época con ritmos caribeños, como el Jamaican Rock, o con tonos más jazzísticos y pausados (aunque sin abandonar ese ritmo caribeño y exótico), como el corte Jamaica Jazz (una bonita y pausada variación del corte 4, Jump Up).

E incluso tenemos un Twist, un ritmo muy de la época, en el corte 7, Twisting with James, un bonito corte, muy rítmico, que seguro en su época causaría furor en las discotecas, o una curiosa variación del Kingston Calypso en el corte 16, Dr. No’s Theme, donde un maravilloso ritmo percusivo (especialmente a través de los bongos) adorna los punteos de guitarra eléctrica, que van entonando la melodía principal.

En general es música alegre, vistosa y dinámica, que ilustra perfectamente las localizaciones, pero que prácticamente se convierten en el elemento más repetitivo y recurrente del score, pudiendo parecer que estemos más ante un recopilatorio de música caribeña que ante una banda sonora de 007.

Además, Norman ofrece una canción muy bonita, llamada Under the Mango Tree, que casi pretende ser el tema de amor asociado a Honey y Bond , y que ambos protagonistas, sin la presencia de ninguna nota musical, llegan a cantar en un momento de la película, durante su encuentro en Crab Key.

En cuanto a la clásica apertura de James Bond, llama la atención que en los títulos de crédito inciales de la película nos encontremos con tres temas, nada más y nada menos (visualmente todavía algo lejos de las genialidades que veríamos en los posteriores títulos de la saga).

Para empezar, tenemos el típico comienzo de la saga, con la mira apuntando a Bond (el famoso gunbarrel) mientras este aparece caminando en pantalla, hasta de repente se gira y dispara contra el objetivo. En ese momento, como mandan los cánones de la saga, emergerá el motivo principal de 007, recogido en el corte uno, James Bond Theme, donde los punteos de Vic Flick son fundamentales y esenciales para darle esa energía y ese fantástico ritmo al corte.

Acto seguido, sin dejar los títulos del comienzo, suenan unos ritmos caribeños a través de una exótica percusión, mientras vemos, sobre impreso en la pantalla, a varias personas bailando al ritmo de la percusión.

Pasados unos segundos, entra en acción los ritmos de la canción Kingston Calypso, mientras en pantalla vemos aparecer tres hombres, aparentemente ciegos, que van avanzando uno detrás de otro (y que en realidad serán los tres asesinos de Strangways).

En cuanto a la música dramática o de tensión, poquito que comentar. Destacaría el tema The Island Speaks, un misterioso motivo para el momento en que Quarrel y Bond se acercan a Crab Key a bordo de su barca en plena noche, donde unos ritmos de percusión (donde el gran cassa o bombo da el pie de inicio) van construyendo un fantástico tema de corte marcial y casi tribal, induciendo a lo desconocido y misterioso, sumándose instrumentos que van reforzando esa sensación de inquietud, con los punteos de una guitarra que aparecen de forma puntual, e incluso el sonido del golpeteo de una campana.

En el corte 15, Dr. No’s Theme, nos encontramos en el cierre del mismo una referencia al motivo de la Isla, a través de los punteos de la guitarra eléctrica fundamentalmente.

También es interesante el Dr. No’s Fantasy, un peculiar corte, con toques exóticos, que podría acompañar o bien las imágenes de las extraordinarias infraestructuras que guardan los aposentos y los laboratorios del Dr. No, o incluso el momento en el que éste cuenta a Bond y Honey sus planes de dominación mundial en plena cena; pero finalmente ni uno ni lo otro, no encontrándose recogido en ningún momento de la película.

El anterior motivo, que bien podría definirse como el tema del Dr. No, tiene una versión mucho más rítmica y enérgica en el corte 15, The Boy’s Chase (que en la película no vemos por ninguna parte de nuevo, y que bien podría tratarse de alguna secuencia eliminada). Aquí son los vibrantes punteos de la guitarra y la percusión (completamente in crescendo, donde tenemos destacan el uso de los bongos) los que llevan el peso de la melodía.

Y todavía tendremos una tercera variación de éste tema en el corte 17, The James Bond Theme (que alguien me explique porque se llama así este tema), donde un órgano intepreta la melodía de forma jazzy, mientras que la percusión sirve de colchón y acompañamiento.

Y luego está la rareza Audio Bongo, casi una especie de efecto sonoro (más que de composición musical), y que parece emular el sonido de las señales de audio de comunicaciones, y que bien podrían estar fusionadas con los sonidos de la base del Dr. No durante las pruebas finales del rayo (aunque en el asesinato de la secretaria, el corte hace amago de aparición para el momento en el que la mujer se está comunicando con el MI6, hasta que, inesperadamente, es acribillada a balazo limpio, con el silencio que otorgan los buenos silenciadores).

Love at Last da un bonito y rítmico cierre al CD, otra variación más del material presentado en la película, con los punteos de guitarra de rigor y la exótica percusión sonando aquí y allí, donde se incorporan las maderas (flautas), dandole un tono más lírico y rítmico.

Omisiones

Nunca de un disco me importó tan poco que hubiesen omisiones en el material editado, máxime cuando no aportan nada y se limitan prácticamente más a describir y acompañar que a resaltar.

Bastante material se ha quedado fuera de la remasterización, como cuando uno de los esbirros del Dr. No (el Profesor R.J. Dent) va a Crab Key a informar de la presencia de Bond, momento en el que se le hace entrega de una araña venenosa para matar a 007. Tanto la música de la entrega de la araña como la escena del ataque nocturno en la habitación de Bond no están editados.

Curiosamente falta el clímax final, cuando Bond desbarata los planes del Dr. No (un material también al uso, y que además fue reutilizado de relleno en el clímax de la escena de las lanchas en From Russia with Love).

O temas como cuando Quarrel, Bond y Honey son descubiertos y atacados en Crab Key, así como su posterior instigación a través de su huida por la isla.

También se reutiliza música como el tema principal de 007 del corte uno, para el momento en el que Bond llega al aeropuerto de Kingston y sube a bordo de un falso coche oficial de la embajada (trayecto durante el cual es vigilado constantemente).

No obstante, lo editado es suficiente para juzgar el material incluido en el CD, no mejorando ni un ápice lo ya editado si incluyésemos el resto del material.

Conclusión

Un score sin chicha ni limoná, donde destaca el tema central de la saga (que ni tan siquiera puede decirse que sea creación exclusiva de Norman), y donde nos encontramos con abundante source music que bien podría haberse extraído de otros autores en lugar de haber contratado a un compositor para ello.

El tema de la Isla y lo que rodea al doctor no están mal, pero en su conjunto, el score de Dr. No palidece frente a cualquier trabajo menor de John Barry.

Una pena que una película tan interesante como el Dr. No no tuviese una partitura a la altura, aunque eso, afortunadamente, se corregiría en From Russia with Love.

En éste enlace tienes el siguiente título de la saga, el estudio de From Russia with Love.

Lista de Temas

  1. James Bond Theme (01:48)
  2. Kingston Calypso (02:45)
  3. Jamaican Rock (02:05)
  4. Jump Up (02:13)
  5. Audio Bongo (01:33)
  6. Under The Mango Tree (02:25)
  7. Twisting With James (03:12)
  8. Jamaica Jazz (01:08)
  9. Under The Mango Tree (02:46)
  10. Jump Up (01:30)
  11. Dr. No’s Fantasy (01:43)
  12. Kingston Calypso (02:31)
  13. The Island Speaks (03:23)
  14. Under The Mango Tree (02:44)
  15. The Boy’s Chase (01:34)
  16. Dr. No’s Theme (02:02)
  17. James Bond Theme (02:24)
  18. Love At Last (01:53)
  19. Total Duración 39:39