Cosmos: A Space Time Odyssey (Vol.1)

La nueva serie de Cosmos, revisitación de la clásica serie de 1980 presentada en su día por Carl Sagan, trata de acercar al público en general ciertos aspectos de la física teórica, sobre agujeros negros, multiversos, espacio-tiempo… y otros conceptos mas cercanos, como la biología molecular, la teoria del origen de las especies, y otros descubrimientos científicos de uso cotidiano.

Compositor: Alan Silvestri
Año: 2014

Cómprala: Si quieres tener en tu colección una obra más de Silvestri, aunque no tenga la calidad musical de otras grandes producciones. También si te gusta la música «de relleno» que solo transmite momentaneamente determinados sentimientos

No la compres: Si te gusta la fanfarria repetitiva, y las grandes orquestaciones de otras de sus obras.

NUESTRA NOTA

Los efectos especiales de la serie son de mucha calidad, lo que ayuda a entender mejor ciertos conceptos abstractos. Presentada por el científico Neil deGrasse Tysson, nos va narrando de forma muy cercana ciertos experimentos científicos que han supuesto una revolución.

El concepto es bueno, y la puesta en escena es óptima para este tipo de documentales, que gracias a la música se transmite mucho mejor la narración de la historia, con sus «alti-bajos» emocionales, y sus momentos épicos.

Cosmos – Un Viaje Musical cortesía de Alan Silvestri

Recientemente hemos podido escuchar una nueva producción de nuestro compositor Alan Silvestri, a quién le ha tocado esta vez “musicar” una serie documental de gran prestigio: Cosmos – A Space Time Odyssey está basado en la serie original Cosmos, presentada por el teórico y científico Carl Sagan, y que ha contado con una gran repercusión en el ámbito científico documental. Silvestri es el encargado de poner el dramatismo, la fantasía, y sobre todo la aventura a esta nueva serie. Sin embargo, los resultados bien podrían haber sido dignos de un compositor con menor trayectoria.

Globalmente, el primer volumen de Cosmos (hasta ahora el único editado, aunque ya se está trabajando en un Volumen 2) es una obra sencilla, efectista, y en muchos puntos, carente del sello particular de nuestro Alan.

El tema principal de inicio, es un tema sencillo, íntimo, de estilo orquestal clásico. Predominan las figuraciones y melodías delicadas. Abriendo con un solo de trompa, al más puro estilo John Barry, o un íntimo John Williams, se van abriendo paso los distintos instrumentos, para acabar con un tema semi-dramático, con un claro efecto tensional, más que melódico. Las maderas del principio, flautas y clarinetes, dan paso tras un plato suspendido a un colchón sonoro de cuerdas, que dejan entrever el Tema Principal a Piano, el leitmotiv que aparecerá durante toda la obra. Poco después, explotan los metales y cuerdas, melódicamente unidos, con la cadencia típica de la obra COSMOS, para tras exponerla brevemente, terminar con la delicadeza del Piano, misterioso y sugerente.

En el tema Come with me, Alan utilizará sonidos sintetizados junto con la orquesta, que parece acompañar perfectamente a la narración, con sus altibajos de motivos épicos. El estilo de esta pista es meramente efectista, encajando como un guante con la animación proyectada en el documental, y ayudando a dar vida y realismo a esos personajes bidimensionales. Los ostinatos electrónicos, presentes en gran parte de la pista, aportan velocidad y movilidad.

Con The Cosmos is yours aparecerá el leitmotiv de la serie documental, que es una especie de fanfarria épica, que despega en los momentos de mayor tensión de la historia (1:20). Tras repetir el motivo varias veces, y desarrollarlo de forma melódica, lo modula hacia parajes distantes, que pueden recordar levemente algunas secuencias de su Capitán América. Hacia la mitad de la pista, aparecerá una figuración e instrumentación característica del Silvestri de Marvel: ritmos electrónicos a modo de ostinato, que acompañan otros ostinatos de cuerdas (3:43), en figuraciones dobles, y pequeñas modulaciones tonales, que hacen que la historia avance. Al final de la pista está un poco más desarrollado el leitmotiv “fanfárrico”, pero sin destacar aún una estructura más ambiciosa, que pedía a gritos el avance de la pista.

En Virgo Supercluster comienza con unas pequeñas percusiones, a modo de pinceladas o pequeños destellos, para entrar de lleno con una figuración muy similar a los ostinatos de desarrollo de las acciones en The Avengers. No son escenas de “batalla”, sino más bien del planteamiento de la misma: zonas francas en las que comienza algo, en las que algo se mueve y comienza a dar sus primeros pasos. Son unas estructuras con ecos imitativos, electrónicas, que tratan de aportar un avance de la historia utilizando el cliché de los sonidos sintéticos con “reverb fake”, a modo futurista. El parecido con The Avengers se hace más patente al emplear casi la misma estructura métrica hacia la zona central: si bien en la película funcionaba, aquí nos deja con sabor a algo más. Un detalle: uno de los pequeños clichés o “marcas de la casa” de Silvestri es el de utilizar, a veces con exceso, los platos suspendidos.

Así como Goldsmith era extremadamente recatado en la utilización de los mismos, Silvestri parece disfrutar con esa apertura de platos en crescendo, que dan paso a melodías un poco más elaboradas, sobre todo de modelo fanfarria, tan típicas en esta obra.

Revelation of Inmensity podría perfectamente pertenecer a cualquier banda sonora de película que precise de un momento dubitativo, para posteriormente, cambiar radicalmente de figuración hacia semicorcheas, lo que llevan y conducen la historia hacia una dirección clara. Se vuelve a retomar el leitmotiv del “avance”, con figuración doblada, e incorpora una especie de coro leve, que aporta el toque “celestial” o grandilocuente de la creación del espacio.

The Inquisition es un tema tenue, leve, intimo pero en grado menor, quizás queriendo transmitir todo ese bloqueo que la iglesia impuso al desarrollo científico. Con un claro estilo oscuro hacia la mitad de la pista, desarrolla un tema dramático basado sobre todo en metales, que podría recordar a algunas secuencias de su Van Helsing, o de su Beowulf. Sin embargo, el claro carácter marcial y oscuro de la pista, se contrapone al final esperanzador donde se esboza un eco a un cambio armónico, reforzado por un coro que “in excelsis” trata de acallar el dramatismo de la pista.

Especial énfasis merece la pista Giordano Bruno, que comienza con un pequeño coral, que se desarrollará a lo largo de la misma. Aparece el leitmotiv del progreso que comentábamos antes, para seguir desarrollando unas melodías nostálgicas, aunque realmente carentes de significado fuera de la pantalla. Sin embargo, melódicamente está rica de pasajes descriptivos, que si bien se desarrollaran más, darían mayor significado a la escena.

Our Journey is Just Begining es el tema de cierre de esta banda sonora. En esta pista, además de en las otras que son similares a The Avengers, es en el único sitio donde podemos ver un cierto toque del Silvestri grandioso, armónica y melódicamente hablando. Si bien en ciertas partes puede recordar a Contact, sobre todo con el uso del Piano dialogando con el Glocken, es una música renovadora, que invita al avance y al movimiento de la temática de la historia.

Quizás tiene un poco de todas las anteriores pistas, pero de forma muy simple y prácticamente esbozada. Sin embargo, a partir del minuto 2.25 y como colofón final, desarrolla una entrada de fanfarria típica de su Capitán América, para posteriormente volver al tema principal aventurero de la saga.

Conclusiones

En resumen, la obra COSMOS es una obra simple, efectista, pero que no saca todo lo mejor del maestro de Forrest Gump, Regreso al Futuro y Quién engañó a Roger Rabbit. Más bien, está carente de su brillo en todas las pistas, salvo momentos puntuales. ¿Exigencias del guión? No lo creo. Una serie documental cuenta con mayor libertad a la hora de permitir crear temas, pero también otro gran problema de los documentales es que suelen trabajarse con músicas muy genéricas. Quizás Alan ha pecado de hacer un material excesivamente genérico, que tanto vale para la explosión del Big Bang, como para un ahorcamiento en la Edad Media, o para el desembarco de Normandía.

La música de COSMOS bien podría haber sido hecha por cualquier compositor habitual a las series documentales, en las que siempre hay unas instrumentaciones muy bellas, unos breves temas resultones (sin desarrollar en exceso), y un “mare mágnum” de ideas que tanto valen para un roto como para un descosido.

Una lástima, pero no obstante la música cumple su función, y ayuda notablemente a enriquecer y a aportar grandiosidad a esta nueva producción del National Geographic Channel.

Esperemos que el maestro Silvestri siga sacando punta a su lápiz documental, para nuevos volúmenes de la serie, pero con algo más de su chispa musical habitual.