Análisis
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Género
Acción, Aventuras, Gore
Lo mejor
Musicalmente, los títulos iniciales, originales y trepidantes, y el aporte que los instrumentos étnicos hacen del score en general
Lo peor
Que la edición en disco esté desordenada e inconclusa, y que no se hayan incluido los títulos finales para solucionar esto último

Centurion

2010

Un viaje en el tiempo 1.800 años atrás

Esa es la propuesta del joven compositor Ilan Eshkeri para la película europea Centurión, dirigida en 2010 por Neil Marshall. Acercar al oyente, al espectador del cine, al sonido más creíble posible para una película que transcurre en el segundo siglo después de Cristo, en tiempos de dominación romana. Al menos en el caso que nos ocupa es un intento de dominación, el que llevó a cabo la novena legión en tierras de Britannia, hasta que se enfrentó a las tribus locales de los pictos.

Eshkeri, cuya popularidad en el medio ha crecido a raíz del éxito de su trabajo para Stardust (Matthew Vaughn, 2007), tras un lustro componiendo algunos scores interesantes (Hannibal Rising, o Strenght and Honour), es de ese tipo de compositores europeos de buena formación musical, con gusto por el uso de los diferentes registros instrumentales de la orquesta sinfónica, y hasta el momento, un acertado tino para transformar la música en un vehículo narrativo al servicio de las imágenes. Escuchar tema →

En Centurión, el compositor hace una inteligente aproximación al mundo que los soldados romanos se encontraron en las islas británicas de comienzos del primer milenio. Así, elige la opción de situar al espectador en una especie de cámara en mano musical: a nuestro oídos llega algo muy similar a lo que percibe el héroe protagonista, Quintus. Un centurión romano, un hombre de bien, atrapado entre dos mundos que chocan, el de la dominación y el de la resistencia, o lo que es lo mismo, cumpliendo pero sobreviviendo. Por eso, Eshkeri escribe música para unos instrumentos que en algunos casos llegaron a ser tocados probablemente por los pictos, y utiliza como base melodías folk que también pudieron existir realmente en las proximidades del año 0.

De este modo, una de las labores más intensas del trabajo que tenía ante sí era la de hacer una arqueología de la música, al estilo de lo que Miklós Rózsa hiciera con sus partituras más famosas para Ben–Hur, o El Cid, investigando las fuentes documentales. Según ha relatado el propio compositor, se nutrió de la música folk céltica tras viajar a Escocia, y mantener contactos con instrumentistas del lugar, además de aprovechar fondos documentales grabados por la cadena BBC en sus archivos. Esto se traduce en el esquema de la banda sonora: Dos temas principales, obtenidos de esa búsqueda, y próximos a lo que pudo ser musicalmente el siglo II en aquel preciso lugar; tres instrumentos para señalar la atmósfera picta, el carnyx, el bodhrán, y una voz femenina solista; y por último el recurso dramático y de acción de la orquesta moderna, con protagonismo para metales, percusión, y cuerda.

Los temas de la película

El score de Centurión tiene dos temas melódicos claramente identificables. Por un lado se encuentra el tema principal, que escuchamos tanto en la película, como en el disco editado por MovieScore Media, en primer término. Una melodía ejecutada con el viento metal, una especie de trompa, que suena mientras vemos el agreste y frío paisaje de las islas, mientras Quintus escapa, aún no se sabe de que. El uso de la trompa o de las trompetas no es casual, para señalar la identidad romana (todos sabemos eso de las trompetas y los romanos, que no es más que culpa de Rózsa precisamente, porque no existe constancia de que se usaran entonces).

La melodía del tema principal proviene de una de esas escrituras que investigó Eshkeri, y que según ha explicado él mismo, se trata de una canción que habla sobre la tormenta. Ésta, como desastre natural, es una buena asociación de ideas con respecto a lo que se trata de reflejar: Quintus aparece en pantalla huyendo de los pictos, lo hará durante la practica totalidad de la película, a causa del terror, una constante en el score, causado por los locales, y del desastre de la caída de una legión romana. El tema tiene algo de heroico también, lo que acaba por dibujar el protagonismo musical de Quintus. Eshkeri hará uso de este tema en pocas ocasiones, siendo algunas de ellas referenciadas solo las primeras notas, a modo de leit motif. Escuchar tema →

El segundo de los grandes temas de la película es el de Arianne, la bruja picta que Quintus conoce, y que es el contrapunto a la frialdad de las tierras británicas y al horror al que los locales someten a los romanos. Es un tema de amor, que evidencia su procedencia de la música folk. Cuenta Eshkeri que la extrajo de una de las grabaciones de la BBC, y se trata de una canción gaélica. Originalmente, era cantada por una mujer, pero como se explicará posteriormente, la voz femenina ya está asociada en la película a otro personaje (Etain), así que optó por dibujarla con otro instrumento gaélico, para aproximar la época a nuestro oídos: el arpa céltico, tocado por Gill Tingay.

Este tema aparece asociado a la bruja Arianne, y en el disco puede ser escuchado en tres momentos concretos (Arianne, Necromancer, y Quintus returns).

La voz británica del primer milenio de nuestra era

Además del uso del arpa gaélica, Eshkeri hace uso de otros tres instrumentos de similar raíz histórica a lo largo de su score para Centurión. La diferencia con respecto a ese, es que los que a continuación se detallan sirven en la película para definir el sonido del lugar que los romanos exploran, y que conlleva grandes dosis de misterio, rudeza, y frialdad, y de los seres que lo habitan, que son como su país.

El más novedoso de todos estos instrumentos es el carnyx. Cuenta Eshkeri que “se habla del carnyx como un instrumento folclórico, pero después de investigar en Londres, conocí a John Kenny, quién toca el único carnyx reconstruido del mundo. Así, este instrumento se convierte en la voz de la batalla en la película, no solo por su sonido distintivo, con diferentes registros, sino porque descubrimos que es íntegramente auténtico al periodo que se refleja en la película. Los pictos habrían tocado este instrumento y los romanos lo habrían oído, e imaginé que el extraño sonido que de él emergía sería desconcertante para ellos en el mejor de los casos, o incluso aterrador”.

Este instrumento de viento madera sostiene muchas notas de las variadas escenas de acción de la cinta, e incluso goza de más de un solo, como en el caso del comienzo de los cortes Fort Attack y She Wolf, donde también la percusión étnica tiene un gran protagonismo. Es por eso que destaca el uso del bodhrán a lo largo del metraje, otro antiguo instrumento céltico, de percusión esta vez, interpretado por Mike Taylor (con un solo al inicio del corte Wolves).

Por último, el sonido picto tiene un último efecto, el más sugerente de todos, en la voz solista de Celia Graham, asociada en todo momento con el personaje de Etain, una mujer picta cuya familia fue asaltada y violada por los romanos, incluida ella misma, y que no cejará hasta que haya hecho desaparecer hasta al último hombre de sandalia, casco y lanza de la Britannia. Etain, interpretada con gancho por Olga Kurylenko, goza de una mirada penetrante, donde se aloja la rabia y la sed de sangre que perseguirá a Quintus, interpretado por cierto con carisma por Michael Fassbender. La voz solista es así ese sigilo incesante, pero amenazador, que sigue el viaje del protagonista por las montañas de Esocia. El efecto de la voz en la película es demoledor, ya desde el primer minuto, cuando vemos a Quintus perdido en la nieve. De fondo, suena el lamento gaélico de Celia Graham, que es la única explicación del porqué de la huida del protagonista. Sin embargo, en aquel momento no es Etain quién lo persigue, pero si lo hacen la rabia y la sed de sangre, que es la esencia de ella y su pueblo.

El motivo instrumental asociado a Etain tiene además un mayor significado para la película, ya que como cuenta el propio compositor, se convierte en la “única” voz de la protagonista. “Su lengua fue cortada por los soldados romanos, y ahora, ella los persigue hasta la muerte. Necesitaba una cantante que fuera también una actriz, y pudiera interpretar el rol de Etain”, dice Eshkeri, en referencia al papel que juega Celia Graham en el score y la película de Centurión.

Los recursos orquestales de Eshkeri

Como película de persecución, misterio, y terror, que es lo que Centurión es en esencia, más allá de la carcasa de película de romanos de cruentas y realistas batallas “a la Gladiador”, su música necesita de varios recursos propios de la música de cine narrativa, y que solo una orquesta sinfónica pueden otorgar. Por ese motivo, Ilan Eshkeri incluye entre sus ingredientes instrumentales y temáticos para Centurión la percusión y los metales, para aderezar y conducir esa narración en las escenas de acción, y la cuerda, para los pasajes dramáticos de la cinta.

Estos últimos se cuentan con los dedos de una mano, siendo el más destacado de todos la caída de la novena legión a causa de un ataque sorpresa de los pictos. Aquí, y según relata Eshkeri, el director del film, Neil Marshall, quería un adagio para reflejar musicalmente la parte emocional de la escena, que supone la pérdida de una cantidad ingente de vidas humanas. La música (en el disco los cortes General Falls y The Fate of the Ninth), con destacada presencia de la sección de cuerda, ha de representar “el núcleo argumental de la película”, según Eshkeri, recordando que la caída de la legión es la base del film, la excusa para elucubrar a cerca de cómo pudo desaparecer el contingente armado más poderoso del mundo ante una manada de “campesinos”.

A pesar de que al compositor le parezca fundamental la escena de la caída de la novena, que lo es, el papel que la música juega en esta ocasión no es tan destacado, puesto que sirve como un acompañamiento, ya que la devastación queda de sobra apuntada por las imágenes. Aún así, tiene importancia semántica hacia el final de la película, para representar el destino de la novena legión.

En realidad la esencia de la película y su música, desde un punto de vista narrativo, bien podría encontrarse en las escenas de acción y persecución, que abundan. Todas ellas están musicadas con la instrumentación étnica antes descrita, acudiendo siempre al rescate fórmulas orquestales de urgencia, con rápida percusión, violenta como el choque entre las culturas que se encuentran, y violines marcando la sensación de apremio. En estas escenas, y por el equilibrado uso de los dos tipos instrumentales, es donde Eshkeri luce con más brillo, al conseguir un efecto aterrador en todo momento. Que es como pretendía que el espectador se sintiera, como Quintus ante lo desconocido. Escuchar tema →

Una obra sobria e inteligente

Eso nos parece el score de Centurión, que se aleja casi por completo de la épica que podría adivinarse por el título y el trailer. Quitando este recurso que ofrece grandes oportunidades musicales, Eshkeri suscribe la tensión, la acción, el terror, y el drama, desde un punto de vista estudiado y bien medido, haciendo uso de su instinto como narrador de historias, que ha demostrado en los trabajos que ha afrontado hasta al fecha. Por su sobriedad e inteligencia, el score de Centurión debe ser una obra muy tenida en cuenta en el futuro.

No hay trabajos previos del compositor con los que compararlo, y si tuviéramos que acordarnos de una aproximación similar, que no en lo instrumental, pero si en la estructura, rescataríamos para el recuerdo Reign of fire (El imperio del fuego, Rob Bowman, 2002), de su amigo y compañero de aprendizaje Edward Shearmur (ambos fueron colaboradores en sus inicios del compositor Michael Kamen). Como hizo Shearmur en aquella ocasión, Eshkeri opta aquí por alejarse de la épica que le sugiere el guión, para subrayar el terror.

En definitiva es un trabajo que gustará a los amantes de la música sesuda, bien documentada, y excelsa en su ejecución. Para los que gustan de poner un corte una y otra vez, por su calidad musical, quedan además los créditos iniciales, que son tan majestuosos como las tomas que acompañan, y donde si tiene cabida por primera y última vez en la película, la épica. Esperemos que el destino de Eshkeri no sea el de la novena legión, como le ocurrió a Shearmur.

Centurion

  1. Centurion (3:06)
  2. Fort Attack (1:08)
  3. The Ninth Ride Out (3:00)
  4. Quintus Escapes (1:37)
  5. Arianne (1:10)
  6. The Ninth March On (1:34)
  7. The General Falls (2:09)
  8. On The Run (2:31)
  9. The Village (2:50)
  10. Funeral (1:18)
  11. She Wolf (Etain) (2:34 )
  12. A Sacred Rite (3:24)
  13. We Are the Prey (2:56)
  14. Waterfall (3:41)
  15. Necromancer (2:58)
  16. Wolves (2:51)
  17. Battle at the Fort (3:57)
  18. Quintus Returns (1:01)
  19. Fate of the Ninth (2:03)
Duración total: 45:48 minutos
Compositor: Ilan Eshkeri
Sello: MovieScore Media
Formato: CD, Descarga digital
Fecha de lanzamiento 18 de Mayo de 2010
Centurion