AsturScore: Lo mejor de 2012

Escrito por , el 27 enero 2013 | Publicado en Otros

Regresamos un año más a las labores de recopilar la lista de LO MEJOR DEL AÑO según los miembros de AsturScore. Dado que lo hacemos por amor al arte, sin ánimo de hacer publicidad alguna, y desde luego sin que suponga recibir dinero, se puede decir que votamos entre nosotros solo por pasarnoslo bien.

Sin embargo, y aunque sea casi un juego entre amigos, se imponen algunas reglas, pocas, las suficientes para que en la lista resultante se puedan discernir claramente los 5 puestos. Como en el caso de la votación de 2011, estamos abiertos a los empates, pero preferimos evitarlos de ahora en adelante. Así que este año introducimos el sistema de puntuación, es decir, que los cinco títulos que cada uno propone tienen un orden de preferencia, sumando al total 1 punto cada quinta elección, 2 puntos la cuarta, 3 puntos la tercera, 4 puntos la segunda y 6 aquella que creemos es la campeona. Vamos a deshacer empates contando cuántas veces se ha votado primera una banda sonora.

El resultado lo tenéis aquí arriba, con un campeón que vence de forma arrolladora. Os invitamos a explorar con nosotros las posibilidades que este pasado año 2012 nos dejaba, y a descubrir otros títulos que también comentamos, pero también a que vosotros nos descubrais otros muchos que se nos han quedado en el tintero. Podeis hacerlo a través de nuestro Facebook y nuestro Twitter.

Y ahora las votaciones…

Fernando Ayuso

Desde mi modesto punto de vista, el año 2012 no podemos calificarlo como uno de los mejores en lo que a música de cine se refiere, ya que, sin ir más lejos, el pasado fue superior (solo hay que recordar títulos como War Horse, Jane Eyre, Tinker Tailor Soldier Spy o The Gratest Miracle entre muchos otros). Y aunque debería ser al contrario, es por esta precisa razón por la que me ha sido más difícil elegir las cinco mejores bandas sonoras del año.

Dentro de la dificultad se encuentra el dejar aparte bandas sonoras realmente notables que también juegan un papel fundamental dentro de sus respectivas películas. Fuera pero muy cerca de las seleccionadas quedan fantásticos trabajos como Rise of the Guardians del genial Alexandre Desplat (para mí su trabajo más inspirado de la temporada, por encima de su actual nominación al Oscar), la vuelta del mejor James Horner con su The Amazing Spider-man, la genial Dans la Maison de ese gran compositor llamado Philippe Rombi, o los acercamiento más clásicos de Rachel Portman y Lakshman Joseph De Saram (uno de los descubrimientos del año) para Bel Ami y de Gabriel Yared y Cyrille Aufort para A Royal Affair.

Las partituras más inspiradas del año para el que esto suscribe están firmadas por cinco grandes nombres, cinco estilos diferenciados entre los que se incluye a un español entre los finalistas (al igual que ocurriera el pasado año).

Como no podía ser de otra forma, para mí el ganador es el maestro de maestros, John Williams, que sigue componiendo como nadie en la actualidad, sin bajar el listón ni un solo ápice, regalándonos la perfecta partitura que merece la figura de Lincoln. La música, al igual que en War Horse, nace de forma inmejorable de la época en la que transcurre la historia, deleitándonos de nuevo con un fantástico tema principal que define al protagonista.

Por detrás de esta, pero a un gran nivel, encontramos las propuestas siguientes: la impresionante música de Michael Giacchino para John Carter, aventura en estado puro en la que el compositor nos regala un tipo de bso de las que no abundan hoy día; la reinterpretación del clasicismo desde la batuta de Dario Marianelli, que en Anna Karenina nos concede un trabajo lleno de dramatismo y elegancia en lo que a orquestación se refiere, adaptándose como un guante a las coreografiadas escenas de la película; el tema principal del año (con diferencia) nos lo regala el gran Fernando Velázquez en The Impossible, con una partitura dramática e impresionante en lo que a belleza se refiere que merecería haber tenido mayor reconocimiento internacional; y por último el gran trabajo de Howard Shore para The Hobbit: An Unexpected Journey, que nos devuelve a la Tierra Media con multitud de temas asociados a los nuevos personajes con el colorido con el que nos deleitó en la trilogía original.

  1. Lincoln de John Williams
  2. John Carter de Michael Giacchino
  3. Anna Karenina de Dario Marianelli
  4. The Impossible de Fernando Velázquez
  5. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore

Rubén Franco

Siempre es complicado hacer un top de lo que sea, y aunque el 2012, como ya se ha comentado en varios sitios, no haya sido uno de los años más destacados, para que negarlo, sin ser malo malo, tampoco ha sido bueno. Se han quedado fuera excelentes trabajos como The Hobbit de Howard Shore, The Amazing Spider-Man o Black Gold de James Horner, The Lorax de John Powell o el Argo y el Rise of the Guardians de Alexandre Desplat, por decir algunos.

  1. Lincoln de John Williams: El trabajo que debería ganar el Oscar, un perfecto ejemplo de score íntimo, con momentos gloriosos, alejado de esas fanfarrias con las que John Williams siempre suele abrumar, acercándose a los entresijos de la vida del famoso presidente, donde construye un score temático impecable, con elementos del folklore americano (que me traen a la memoria otros trabajos del maestro, como Missouri Breaks o The Reivers). En definitiva, John Williams en estado puro, y más de la mano de su amigo Steven Spielberg, que el año anterior nos regalaron Tintin y esa joya que es War Horse.
  2. Tinker Bell: The Secret of Wings de Joel McNeely: En segundo lugar… sorpresa, y casi sonando la campana se coló (¡y de qué forma!), esta película de animación de Campanilla con score de McNeely. Tremendo, así, sin más. Un trabajo que debería ser editado y servir de cabecera para las nuevas generaciones. Esto sí es música de cine, y aún diría más… es magia, el material del que están hechos los sueños. ¡Qué grande!
  3. John Carter de Michael Giacchino, es el retorno de la aventura cinematográfica y musical de toda la vida. Lástima que el fracaso de la película, así como el tipo de la misma, lastrase las posibilidades de una nueva nominación al Oscar para Giacchino. El score tiene una gran riqueza temática, y excelentes desarrollos y confrontaciones de temas, como los grandes trabajos sinfónicos de toda la vida de John Williams y Jerry Goldsmith.
  4. Life of Pi de mi querido Mychael Danna: Tengo debilidad por este compositor, desde que viera allá a finales de los 90 Exotica (1994), en el programa de cine de Garci. Ese toque exótico y melódico, aparentemente sencillo pero de gran calado emocional y sugerente, es el que nos encontramos en esta nueva colaboración con Ang Lee, su primera nominación a los Oscar, y que ya ha ganado el Globo de Oro. Un maravilloso tema central sirve de partida para este bello y exótico score, cargado de todos los elementos típicos del compositor canadiense (percusiones, instrumentación étnica, y una sección coral maravillosa, estilo Nativity). ¡Impecable! Probablemente (y no inmerecidamente) la ganadora del Oscar, aunque quizás más como compensación porque la película no se lleve nada.
  5. Lo Imposible de Fernando Velázquez, en último lugar, y no menos importante: producto nacional y del bueno. Uno de esos trabajos que contribuyen a enfatizar y dar profundidad emocional al drama que vive la familia protagonista del tsunami de Tailandia. Sin intrusismo ni protagonismo musical, aunque se erija, y con justicia, en uno de los mejores valores de la película, junto con la dirección de Bayona y la interpretación de Naomi Watts. Otro paso firme más en la carrera del compositor.

Eduardo Con

No voy a negar que no puedo ser muy objetivo en mi valoración porque escucho poco de lo nuevo que sale y vivo algo más anclado en el pasado, salvo que me llame la atención al verlo en una película o sea un compositor que me guste. No obstante aquí va mi lista de lo mejor del año:

  1. Lincoln de John Williams: Quizás no sea el score más redondo en la excelsa obra de John Williams pero no por eso deja de ser un gran trabajo, con evocaciones nostálgicas, que como antaño sabe subrayar a la perfección la narración de una historia.
  2. Life of Pi de Mychael Danna: No soy un oyente de los trabajos de Mychael Danna y todavía no he visto la película, que fijo que me hará ganar más enteros con la banda sonora, pero me he de quitar el sombrero ante un gran trabajo que evoca sentimientos y gran calidad.
  3. Mirror Mirror de Alan Menken: Tras ver la película, el score de Menken ha sido lo que más me ha llamado la atención por su uso del sinfonismo y una gran variedad temática, que destaca la comedia o música puramente emocional.
  4. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore: Volvemos a la Tierra Media de la mano del compositor Howard Shore en un gran trabajo que parte de melodías ya conocidas, y añade algunas nuevas, en un trabajo que continúa con el mismo lenguaje de la trilogía del Señor de los Anillos. Un score para los fans de la saga.
  5. The Amazing Spider-Man de James Horner ofrece una gran partitura que juega entre el intimismo y la acción, con el sabio uso de la electrónica y la orquesta, en un score que no deja a nadie indiferente.

Carlos Mulas

Este año me van pasando varias cosas curiosas, en el proceso de ir seleccionando qué trabajos son los mejores del año. Y es que con el ánimo de querer ser lo más justo posible he tratado de ir viendo todas las películas que pueda de entre esos trabajos. Siempre deberíamos tener ese como el primer criterio para poder valorar una banda sonora, por aquel “pequeño” detalle de que estamos hablando de música de cine. Pero no siempre es posible, o como en mi caso, recomendable, dada la situación económica y laboral que 2012 me deja, y teniendo en cuenta lo que se paga ahora mismo por ir a ver una película al cine. Pero como todos sabemos hay otros medios…

El caso es que, añadido al hecho indiscutible de que tampoco puedo escuchar todo lo que compro, o llega a mis manos al cabo de un año, me encuentro con una serie de trabajos de gran calidad, pero no tengo un criterio claro para ordenarlos. Y aquí es donde vienen ciertos contrasentidos…

Lincoln no se ha estrenado aún, pero es sin duda alguna uno de los mejores trabajos de Williams de los últimos 10 años al menos, merecedor de estar entre sus 15 mejores (aunque poder ordenarlos sería un gran problema). Así que sin haberla visto, es una de mis elegidas, sin más. Por otro lado Skyfall lleva tiempo en las pantallas españolas, y no la había visto. He de reconocer que tenía un prejuicio con el trabajo de Thomas Newman, y es que no me sonaba lo suficiente (por no decir nada) a Bond, y la tenía fuera de cualquier lista. Pero al ver  la película, cambié completamente de opinión, aunque sigo entendiendo que mucha gente sea crítica (pero habría que ver en qué se fundamentan esas críticas). El caso de Alexandre Desplat es paradójico también, porque 2012 es un año excelente para él, desde Zero Dark Thirty, o Argo, a The Rise of the Guardians o Moonlight Kingdom. Rise es un título que merecería estar en la lista, solo por razones musicales, y que no he visto. Argo me fascina desde la primera vez que la escuché, y sin embargo una vez vista la película ha perdido gran parte del encanto inicial, que ido a parar a la película en su conjunto. Es el caso también de Life of Pi, de Mychael Danna, que también es uno de los mejores trabajos que he escuchado en los últimos años, pero tras ver la película se ha diluido mi asombro inicial, y en este caso sí que eso es decir mucho. Se me olvidaba Michael Giacchino, que lleva en mi lista de que escuché el regreso de la aventura de toda la vida al cine, en John Carter.

Y me dan pena la cantidad de títulos que se quedan fuera (Lorax, Cloud Atlas, Anna Karenina, Avengers, Amazing Spider-man, Black Gold, The Hobbit, Lo Imposible), algunos seguramente por no haber ido al cine, pero hay que elegir. Todos los criterios son válidos, porque siempre se trata de algo subjetivo, no matemático. Dado que nuestras normas internas no piden haber visto una película para valorar su banda sonora, podría haber votado siguiendo simples gustos musicales, pero me alegro de no haberlo hecho, o al menos de haber intentado añadir a mi valoración el contexto para el cual es creada una banda sonora, que es la película. La moraleja es, que la impresión inicial no siempre es acertada, y deberíamos estar abiertos a cambiar de opinión. Mi lista:

  1. Lincoln de John Williams
  2. Life of Pi de Mychael Danna
  3. John Carter de Michael Giacchino
  4. Rise of the Guardians de Alexandre Desplat
  5. Skyfall de Thomas Newman

Marta Laspra

Una princesa arquera, un viaje inesperado, un tsunami que une familias y superhéroes salvando de nuevo nuestro planeta. Estas son las ventanas bajo las que hemos podido oír los trabajos de estos compositores que nos han llevado desde la Escocía más tradicional hasta el Nueva York más moderno.

Se nota que Patrick Doyle ha trabajado a gusto para Brave, ya que refleja a la perfección, a través de su música, su Escocia natal. Lo temas cantados son muy en la línea de Disney, pero canciones como «Fate and Destiny» le permiten más libertad de composición y reflejar así lo épico de la historia combinado, muchas veces con gaitas, con el escenario donde se desarrolla.

Howard Shore se enfrentaba a un gran reto cuando tomó las riendas de The Hobbit. Y es que conseguir la combinación de por un lado recordar a El Señor de los Anillos y por otro no parecer una repetición de lo mismo era un gran trabajo. A mi parecer lo ha conseguido, dándole a este viaje una personalidad propia, casi inesperada.

Lo que consigue Fernando Velázquez para Lo Imposible gracias al violoncello es remarcable. Tanto sirve de apoyo para las situaciones melancólicas, como recalca la agitación en los momentos de acción. Acción que para Silvestri no tiene ningún secreto, creando un tema con todos los matices heróicos que reclama una película de la magnitud de The Avengers.

  1. Brave de Patrick Doyle
  2. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore
  3. Lo Imposible de Fernando Velázquez
  4. The Avengers de Alan Silvestri
  5. Marta no ha votado un quinto puesto

Braulio Fernández

El 2012 no ha tenido una cosecha tan productiva como las de los dos años anteriores, pero en general no ha estado nada mal. Eso sí, lo mejor del año viene de la mano y batuta de dos palos opuestos de la baraja: los veteranos James Horner, Howard Shore y John Williams, y los jóvenes pujantes Fernando Velázquez, Andrew Lockington, o Michael Giacchino, aunque este último ya es todo un clásico. Los primeros compusieron algunas obras a la altura de sus grandes trabajos.

For Greater Glory es tan épica, emocionante y conmovedora como cualquiera de las cintas del género compuestas con anterioridad por Horner, ya sea Braveheart, Legends of the Fall, o The Four Feathers. Con eso está todo dicho, y además es nueva: la voz femenina recitando o el sonido mexicano de un modo totalmente diferente a The Mask of Zorro. Mención aparte merece el trabajo de Horner para The Amazing Spider-man, cuya principal virtud es haberse adaptado al sonido electrónico moderno, sin renunciar a una vibrante fanfarria para el héroe.

Williams y su Lincoln y Shore y su Hobbit son apuestas seguras. La segunda es especialmente reseñable, pues afrontaba el reto de estar a la altura de la trilogía del Señor de los Anillos… y sobrevive. La música, y especialmente ese temazo para las Misty Mountains, son parte fundamental, casi tanto o más que el 3D, para que uno se sienta uno más de los enanos, y forme parte de su mundo durante tres horas.

Si alguien no ha escuchado Journey 2 de Lockington, que lo haga. Y si es aficionado a las bandas sonoras de aventura a la vieja usanza, con más razón todavía. Es mucho mejor que la música que el canadiense ya compusiera para la primera parte, y eso que no era mala, e incluso que City of Ember. La incorporación de la voz solista infantil la eleva por momentos al séptimo cielo de la música de cine. De lo que no quedan, eso sí, son aficionados sin escuchar Lo imposible, esa ya obra magna de Fernando Velázquez, que demuestra una vez más, y esta vez ante el universo entero, que es un maestro del séptimo arte: escribe música perfecta para las imágenes, al tiempo que bella. Su tema para Lo imposible es hermoso en sí mismo, y conmovedor si acompaña a las imágenes.

  1. For Greater Glory de James Horner
  2. Lo Imposible de Fernando Velázquez
  3. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore
  4. The Amazing Spider-man de James Horner
  5. Journey 2: The Mysterious Island de Andrew Lockington

Gorka Oteiza

Siempre me resulta difícil hacer una lista en la que decir cuales considero las mejores bandas sonoras del año, ya que hay mucho por escuchar, y las listas puntuadas suelen ser a veces injustas… Pero voy a intentar hacer mi pequeña y humilde clasificación.

  1. Lincoln de John Williams: Una vez más, el maestro ha conseguido plasmar toda la emoción y sensibilidad que requiere una película histórica como Lincoln, creando una música que no resulta nada intrusiva, y a veces incluso pasa desapercibida, fundiéndose perfectamente con la historia.
  2. Cloud Atlas de Tom Tykwer, Johnny Klimek y Reinhold Heil: Me gustaría destacarla en segundo lugar como una sorpresa. La película cuenta 6 historias entrelazadas a lo largo de 6 épocas diferentes (desde el siglo XIX hasta un futuro lejano en el siglo XXIII), utilizando la misma música con el tema principal a la cabeza, dando coherencia y unión a las historias.
  3. John Carter de Michael Giacchino, es una banda sonora que lleva tanto tiempo entre nosotros, que a veces se nos olvida que debería guardar un lugar especial entre las favoritas de 2012. Una grandiosa e infravalorada película (en mi opinión), que cuenta con una música estupenda, tanto desde la presentación de John Carter en la Tierra, como en aquellos cortes dedicados a momentos concretos de la historia o a los personajes principales en Barsoom. Fantasía musical en todo su esplendor.
  4. Lo Imposible de Fernando Velázquez: Una música íntima a veces, sentimental en momentos concretos, fuerte cuando la situación lo requiere, y perfectamente enlazada e integrada en la historia. En algún momento me ha llegado a recordar al estilo de ciertas melodías compuestas por Ennio Morricone… pero salvando completamente las distancias por supuesto, ya que la música de Lo Imposible, brilla con luz propia.
  5. Wreck-it Ralph! de Henry Jackman, por último y en quinto lugar, es una candidata que ha llegado casi rozando el larguero de 2012…  Una banda sonora que mezcla temas de estilo retro de la época de las primeras máquinas recreativas con música de acción, en la que Henry Jackman se desenvuelve con tanta soltura como hemos podido ver por sus últimos trabajos.

Pablo Laspra

El año 2012 acaba con muchos éxitos taquilleros, que no siempre van parejos al éxito musical. La mayoría de las obras que en esta ocasión he elegido no han estado en el top ten de las más taquilleras del año, pero curiosamente (para mi) destacan por encima del resto por varios aspectos.

El primero, y quizás el principal, es el melódico. Estas tres bandas sonoras son fácilmente tarareables, hablando en términos llanos, y lo son no solo por un tema, sino por varios. Esa es una de las esencias que en la última década se han perdido. Es fácil encontrar temas compuestos por Williams, Goldsmith, Horner, Elfman… (hablo sobre todo de sus épocas en los 80-90 y 2000), y que todos o casi todos sepamos tararear y que sean reconocidos por nuestros oyentes. Pero… ¿podemos hacer lo mismo hoy en día, con la mayoría de las películas actuales? La respuesta es clara. y esto es mayormente debido a la estructura y desarrollo de los mismos. Ya no premia lo melódico, sino lo sinfónico. Y un sinfonismo, si se me permite la opinión, mal fundamentado. Es un sinfonismo totalmente armónico (¡y en ocasiones enarmónico!), que solo busca rellenar con extraños sonidos, cadencias perdidas, efectos orquestales… que no llevan a ningún sitio.

Respecto del resto de aspectos que me han hecho decantarme por uno u otro, quizás pueda también destacar la riqueza de temas, y sobre todo, la emotividad de los mismos.

La empatía con el público debe estar siempre presente. Cierto es que podemos «desempatizar» en ciertos momentos, para no recaer en el «coma diabético» a base de motivos y refritos de motivos, que solo son «azúcares» superfluos en la tarta que compone la banda sonora. Pero estos tira y afloja son necesarios, y base fundamental para una obra bien estructurada, que funcione bien tanto dentro como fuera de la pantalla. Porque no nos olvidemos, la música de cine es, en esencia, MUSICA, y debe sobrevivir perfectamente sin la presencia de sus encorsetadoras (a veces) imágenes.

  1. John Carter de Michael Giacchino
  2. Tinkerbell and the Secret of the Wings de Joel McNeely
  3. The Avengers de Alan Silvestri
  4. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore
  5. Pablo no ha votado un quinto puesto

Daniel Fernández

  1. The Hobbit: An Unexpected Journey de Howard Shore:

    En la popular trilogía de “El señor de los anillos” dirigida ya hace una década por Peter Jackson, el compositor encargado de construir tal odisea, Howard Shore, nos llevaba ante los confines de la Tierra Media a través de una música que siempre significaba el carácter inhóspito y agreste de estas tierras, además de conjugar con singular (y brillante) acierto lo épico con lo dramático.  Y es esta buscada (y conseguida) solemnidad lo que convierte el trabajo que nos ocupa en uno de los mejores del año (sino el mejor técnicamente), y lo que hará de esta nueva trilogía otra experiencia para recordar.

    Para entender esta banda sonora primero hay que entender el contexto en el cuál se circunscribe la historia. Nos situamos de nuevo en la Tierra Media, una tierra como hemos dichos antes, inhóspita, agreste y dura, plagada de singulares y terroríficos enemigos que pondrán a prueba el valor y la resistencia de nuestros héroes de turno. Hay pues que describir ese entorno de la manera que al espectador le envuelva una incómoda sensación de estar en una época muy, muy lejana a la que actualmente vive. Ahí nos sitúa Shore con su música. Es la música de caos, de la turbulencia, de lo seco, de lo hostil, de lo inacabado, de lo pétreo, de lo difuso. Es una música cargada de magnificencia en lo caótico, en el desorden. Habrá momento para el drama, lo épico y también el humor, pero será en pequeños esbozos ya que, ante todo, esta partitura pretende situarnos en el citado ambiente. Para recrear este ambiente el compositor volverá a explotar todos los recursos de la orquesta, con especial mención para la percusión y la sección de vientos. En su parte final podemos advertir especialmente esto. A este brillante y exacerbado uso de la orquesta hay que unirle un prodigioso, insuperable uso de los coros que remarcarán ya no sólo la virulencia de ciertas partes sino el potente sentido místico de la historia, la odisea y de alguno de sus personajes.

    En cuanto a la construcción de temas nuevos vislumbro que éstos aún no están acabados, como no podría resultar de otra manera tratándose de una nueva trilogía. El más identificativo de todos es el que el compositor construirá sobre una canción que los enanos utilizan como emblema de su pueblo. Es un tema que vendría a representar el orgullo que los enanos sienten por su patria robada. Tiene fuerza, epicidad y es perfecto exponente de esa aventura en la que nuestros protagonistas se embarcan. También destacar de entre estos temas nuevos el de uno de sus protagonistas, Thorin “escudo de roble”. Es un tema que expresa valentía y gallardía, pero también drama debido a la dura historia del personaje. Aportará a la partitura un nuevo y sutil toque de leyenda. También habrá temas que se repitan, debidos a que ésta pretende ser una génesis de las pelis vista hace aproximadamente 10 años. Estarán presentes pues temas como el de la comarca o el emblemático tema del anillo, cuya particular y diabólica presentación es una de las partes que más me han subyugado este año.

    En resumen. Tenemos así pues una génesis perfectamente estructurada y concebida dentro del caos y desorden que pretende dibujar el compositor. Lo épico y lo dramático quedará sólo subrayado en momentos muy puntuales (aunque lo “oleremos” en todo momento). Todo estoy seguro que se irá desarrollando y adquiriendo mayor sentido si cabe en próximas entregas (de hecho me da que el compositor ya tiene que tener casi la idea de lo que va a hacer). Estamos así ante la presentación de la que creo va a ser otra obra magna de la música de cine y que intuyo superará ampliamente a la anterior (que ya es decir). Al menos en su aspecto técnico casi que lo garantizaría.

  2. The Impossible de Fernando Velázquez:

    Yo también he caído en la trampa. Y me alegro. Digo “me alegro” porque hay mucha gente que ha tachado a la música (e incuso a la película) de pornografía emocional, hipersensible, manipuladora…Fernando Velázquez hace un trabajo que es pura emoción. Abraza la vida y la muerte a través de dos temas de desigual trascendencia para el gran público pero igual de poderosos. El segundo será de índole más incidental, más casuística. Actuará para recordarnos que allí, en ese espantoso desastre, estaba la muerte muy presente… dormida, a cada escombro que quitabas, pero presente. Luego esta ese tema de la familia, de la reunión o como cada uno quiera llamarlo que traspasa la pantalla de cine con la misma facilidad que yo me bebo un vaso de agua. Un tema que emociona, que llena, que hace que te acuerdes de tus seres queridos. Un tema salido de las entrañas de su compositor y, me atrevería a decir, de las mismas ansias de vivir y de encontrar a ese ser querido que se te ha perdido entre tantas destrucción. Es increíble. Escucharlo hace que me estremezca, que se me ponga la piel de gallina que me emocione, y recordarlo… pues igual.

    Huelga decir que, a la larga, seguramente se convierta en uno de los temas más recordados de la historia del cine y con más fuerza emocional. Huelga decir también que su carga de humanidad, afecto trasciende allá donde se escuche y el momento en que se escuche. Huelga decir que es inspiradísimo.

    Es un complemente perfecto, inmejorable para una película memorable, emotiva, dura, que no te deja respirar, que no te permita ni siquiera emocionarte hasta que la familia se reencuentra. Música e imágenes constituye un binomio cuasi perfecto para esta singular y emotiva experiencia que es la película de Juan Antonio Bayona. Cada vez que escucho ese motivo me acuerdo de esta historia…..y por eso, y un montón de sensaciones que no alcanzo a describir se convierte para mí en uno de los mejores trabajos del año.

  3. The Amazing Spider-Man de James Horner:

    Hay muchas formas de enfocar un trabajo musical para una película. En una película de acción lo fácil y más recurrente suele ser acudir a música subida de decibelios, que constituye en su mayoría de casos un buen acompañamiento y ya está, una música que constantemente recurre a los golpes de efecto para enfatizar la acción.James Horner ya advirtió que para esta película iba a hacer “su” música y así lo ha hecho. No es de sus trabajos más inspirados pero tiene una concepción dramática realmente interesante y, como ya matizaré en “Wrath of  the titans” dota a una película de acción (más aún siendo de superhéroes) de personalidad propia y cierto aire de sofisticación que no viene nada mal al género.

    Tiene una génesis de temas realmente interesante y fascinante. Su tema principal une lo fantasioso y mágico con lo íntimo y lo dramático y, por supuesto, también con lo heroico. Dota ya al conocido superhéroe de importancia y trascendencia para que éste no sea únicamente un héroe de acción (podemos empatizar fácilmente con Peter Parker gracias a que su música ayuda en parte a adentrarnos en su persona).Este mismo tema irá evolucionando a lo largo del filme (más en la parte de acción y del héroe que es dónde realmente hay un progreso que en la intimista, la cual se mantiene más firme). Junto a espectaculares y bien trabajado temas de acción (en los que además de acción hay drama) se adjunta una parte intimista deliciosa, delicada y sumamente frágil.

    De esta manera Horner construye una banda sonora con relieve y con matices (de especial mención el uso de voces para distintas funciones) que escapa a muchos de los supuestos de bandas sonoras para superhéroes que se llevan haciendo. No es tanto por su musicalidad como por su concepción dramática y su estructura por lo que la considero como uno de los trabajos más elaborados en lo argumental y que mejor hablan de la implicación de un compositor de este año.

  4. Wrath of the Titans de Javier Navarrete:

    Lo siento. Tengo debilidad por Javier Navarrete. Y también por este trabajo. Sé que no es de los trabajos más inspirados del año pero tengo mis particulares motivos para meterla entre mis cincos mejores.Navarrete construye una música que capta con singular acierto la violencia de las batallas y de lo que vemos así como de lo agreste, seco y duro de la época en la que nos sitúa la historia. Su trazado pues es muy certero y, aunque sea grosso modo, sabe captar muy bien el universo hostil e inhóspito que recrea.  Tiene además atrevimiento en el sentido de que escapa (no en simple apariencia) al tipo de música que se hace para las grandes producciones. Aunque sus formas puedan recordar a los supuestos más mediaventureros (sobre todo en su tema central) la forma en que está trabajada y tratada ésta corresponde más a un compositor europeo preocupado de construir una buena concepción que a uno americano que se centra en el acompañamiento bruto y artificioso de lo que musica. Esta música puede resultar “bruta” porque bruta es la película pero más allá de eso, nada.

    Resulta espectacular y a la vez elaborada y trabajada. El uso de la percusión me fascina, mostrándose seco, duro y violento y la incursión de instrumentos étnicos como el shenai hace que nos situemos con pasmosa facilidad en la época en la que transita la acción. El espectacular y heroico tema principal (no excesivamente original que digamos pero sí, de nuevo, muy bien concebido) está insertado fantásticamente en los distintos momentos.  También notable la incursión de otras formas de música como la electrónica o de sintetizador en momentos muy puntuales para potenciar alguna cualidad de alguna escena (como el sentido de desconcierto en el laberinto o la potenciación de caos en la lucha contra los cíclopes).

    Tiene el ya mencionado (y agradecido por mí) gusto del compositor por la inserción de distintos instrumentos lo que le lleva a ser un producto que adquiera entidad propia, además de mostrar a un compositor plenamente implicado y preocupado por el proyecto que musica (sea de la índole que sea).

  5. John Carter de Michael Giacchino:

    Todo huele a viejo, todo huele a antiguo en esta magistral banda sonora compuesta por uno de los compositores más en forma e inspirados del actual panorama de la música de cine. Y, sin embargo, en ningún momento lo identificamos con algo que hayamos escuchado antes. Todo parece nuevo.Pese a sus limitaciones técnicas en cuanto acabado en ciertas partes (sobre todo temas de acción) esta banda sonora tiene algo que aprecio mucho más: tiene corazón, tiene alma…tiene vida propia. El norteamericano nos lleva con suma facilidad a Barsoom a través de una música suntuosamente evocadora y mágica, sencilla en su concepción y ejecución pero terriblemente inspirada, sugestiva, poderosa y mágica en su fondo. Su estructura es la clásica de este tipo de películas: temas, contratemas, buenos y espectaculares momentos de acción en los que la percusión se luce muchas veces…

    Gracias a todo ello recupera el espíritu de aquellas viejas películas acontecidas en mundos extraños y lejano en el que héroe de turno no solamente tendría que ganarse la confianza de los que les rodeaba sino trascender en su odisea para que su figura y nombre fueran recordados. Y he aquí donde la partitura alcanza todo su esplendor y su magia: además del consabido componente heroico y épico, tiene un componente exquisita y poderosamente romántico. Esto lo podemos contemplar con diáfana claridad en su magistral tema principal.

    Un sobresaliente para mí para esta hermosa obra maestra que nos devuelve los aromas del pasado y que vuelve a demostrar (después de la también excelente “Super 8”) que el señor Giacchino vive un momento creativo realmente excepcional.