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Al Salir del Cine: «Fathers and Daughters»

Escrito por , el 19 enero 2016 | Publicado en Apuntes

La Película…

Gabriele Muccino, autor de obras de indudable calado sentimental (o sentimentaloide más bien) como En busca de la felicidad o Siete almas dirige esta historia en la que un prestigioso escritor (Russell Crowe) verá truncada su vida y su carrera tras la traumática muerte de su esposa. Aquejado además de epilepsia tendrá que hacer frente él solo al cuidado de su hija Katie (Amanda Seyfried) a la que adora. Mucchino vuelve a hacer lo que mejor sabe hacer que es exprimir los sacos lacrimales del respetable a través de una complacencia en lo sentimental y caída en lugares comunes que resulta ya algo aburrido y sin interés.

La película está contada en torno a dos momentos temporales bien diferenciados: el del padre cuidando a su pequeña y el de está una vez es adulta intentando sobreponerse a los trágicos sucesos de su vida. Mientras la primera cae en maniqueísmo del que hablábamos el segundo será bastante más riguroso y será con el que menos cueste empatizar al espectador.

El director consigue que conectemos directamente con la protagonista a través de un sutil esbozo de aquellos actos que te impulsan a llevar una vida que no deseas simplemente porque la culpa se impone en tu camino.  Mucchino consigue así un discreto pero poderoso testimonio del legado de dolor.

La Banda Sonora…

Inicialmente James Horner se iba a encargar de este trabajo (es una historia muy de su estilo) pero fue finalmente el italiano Paolo Buonvino el encargado de ejecutarla. De corte netamente dramático y emotivo el compositor vertebra su música en torno a dos ejes: el de una música más alegre y dichosa, puramente emocional representada en su fantástico tema principal Fathers and Daughters con el que queda representado el estrecho vínculo que une a padre e hija y el de una música más apagada, más de corte luctuoso y aquejada todo el tiempo por el dolor y la pena que es la que representa a la protagonista en su vida adulta.

Parece ser que el compositor intenta establecer un duelo entre las dos músicas con el único fin de que la joven pueda redimirse y encontrar la paz que tanto necesita. Sin embargo, la música no tiene todos los matices que serían deseables quedándose únicamente en el tono y la forma en ambos momentos temporales; tampoco creo que esté lo suficientemente desarrollada para exponer con más vehemencia ese conflicto interno que mantiene la chica.

Todo está tratado de forma muy lineal y correcta pero también artesanal y cuidada. Es una música limpia, honesta y siempre muy sincera que habla desde dentro y goza de cierta inspiración.