Especiales
Portada » Especiales » Al Salir del cine: “Her”

Al Salir del cine: “Her”

Escrito por , el 25 marzo 2014 | Publicado en Apuntes

Sobre la película…

Tan atrevidos como originales son los planteamientos de las películas de Spike Jonze. Apoyado por unos personajes que beben de un fuerte desarraigo e inconformismo con sus vidas Jonze proyecta sobre éstos la imagen de una sociedad que se nutre de fuertes idealizaciones para que sus habitantes lleven una vida más liviana y, con ello, huir de la mediocridad que rige sus existencias. En Como ser John Malkovich, los protagonistas buscaban su relevancia y trascendencia metiéndose en la mente de personajes supuestamente más trascendentes y en El Ladrón de Orquídeas, el personaje interpretado por Nicola Cage aspiraba a encontrar la inspiración en la obra de otros.

En Her se nos narra la historia de Theodore, un hombre que ve como su vida se desmorona ante el fracaso que ha sido su matrimonio….hasta que aparece Samantha. Samantha es un sistema operativo hecho de las múltiples experiencias humanas y que le dará a Theo todo aquello que como hombre había soñado, tanto en el plano físico como emocional. Pero, como supondréis, se trata de una mera entelequia y otra muestra como el supuesto camino de la felicidad vuelve a buscarse en fuentes externas.

Jonze, de esta manera, vuelve a incidir en uno de los grandes males de la sociedad: la soledad. Y el camino para acabar con ésta no viene a ser otro que la idealización más absoluta de otro ser o, simplemente, de una circunstancia. Y, en este caso en concreto, es la relación de pareja sobre la que tira sus amistosos dardos.

Esta es la principal fuente de neurosis, pues esos caminos que el director americano emprende en cada una de sus películas no llevan más que a la irremediable aceptación de los propios fracasos y la imperfección de la vida.

A ello se le une en esta película el constante abuso de las nuevas tecnologías como forma de despersonalización y evasión de las propias responsabilidades. En este sentido, es muy inteligente la incursión de ese episodio de crisis matrimonial para dibujarnos hasta que punto una persona puede huir de los problemas reales refugiándose en un ente que no es “real” y que, además, no es capaz de confrontar al individuo.

Una nueva joya, en definitiva, de ese cine surrealista y aparentemente superficial de Spike Jonze. Y tal vez la más perfecta de todas sus obras en cuanto resolución.

Sobre la banda sonora…

A medio camino entre el minimalismo y la electrónica se mueve la música del grupo Arcade Fire para esta película.

Son sumamente importante los vacíos en esta película: exteriores, interiores, largos silencios. No son más que una proyección de ese mundo carente de vida y emociones en el que vive Theodore. La música es también una extensión de ello. Lo hace a través de sonoridades huecas y que dejan una marcada sensación de vacío e intrascendencia.

Aparte de ello la película adquirirá un marcado toque humano cuando se introduzca la figura de Samantha y se plasme la relación de ellos dos a través de un bello tema de amor. Es prácticamente la única parte en la que no se recurre a la electrónica y el piano, instrumento por antonomasia a la hora de reflejar emociones, se convierta en único protagonista. Lo escuchamos en Song On The Beach.

No es una partitura muy relevante aunque si ayuda a potenciar ese carácter de desarraigo que tienen las películas de Jonze y, sobre todo, a entender que vivimos en un mundo totalmente mecánico y carente de vida.