30 años de EL RETORNO DEL JEDI

Escrito por , el 18 diciembre 2013 | Publicado en Apuntes

En Mayo de 1983 se estrenaba en USA la conclusión de una de las sagas cinematográficas más exitosas de todos los tiempos. El Retorno del Jedi no llegaría a España hasta el mes de Noviembre de aquel año. Comprenderán nuestros lectores que nuestro mes de Noviembre (y parte de Diciembre) ha estado dedicado a la memoria de Michael Kamen, que nos dejaba hace solo 10 años, así que cualquier otro contenido de AsturScore tenía una obligada espera hasta finalizar nuestros Especiales sobre el desaparecido compositor. Pero ahora es tiempo de conmemorar este otro aniversario, uno mucho más alegre, si se me permite. Porque celebramos que han pasado 30 años desde entonces.

RECUERDOS DE ENDOR

30º ANIVERSARIO DE «EL RETORNO DEL JEDI»

¿Alguien aparte de mí se acuerda de cuando los cines hacían reposiciones? Es cierto que hoy día muchas salas reponen grandes éxitos de otras épocas, pero no es lo mismo pues la mayoría son reestrenos en formato 3D, que ciertamente solo pueden agradar a quien las ve por vez primera. En aquella época (los 80) era moneda común el proyectar las partes anteriores cuando se estrenaba una segunda o tercera entrega, creo recordar que en algún horario del sábado de aquel mismo mes. Aunque ahora que lo pienso también era normal que grandes éxitos de taquilla permanecieran en cartelera durante 6 meses… ¡Cómo ha cambiado la cosa!

Es lo que me viene a la mente al mencionar El Retorno del Jedi (Return of the Jedi, Richard Marquand, 1983). Recuerdo que de alguna forma mi hermano mayor se vio obligado a llevarme al cine, a finales de aquel año 83 o ya al año siguiente. Muy a su pesar, y siempre a unos metros por detrás de él y la mayoría de su pandilla de amigos, me encaminaba por la Carretera de la Costa hacia los míticos y hoy desaparecidos Cines Hollywood de Gijón, en la que echando cuentas recuerdo que fue mi segunda vez en una sala de cine (la primera fue E.T. El Extraterrestre). ¡Benditos recuerdos! Se me encoge el alma cada vez que paso por delante y las veo convertidas en supermercado…

Como sea… una criatura que no ha cumplido 7 años, era muy inocente en aquella época, algo que no estoy seguro que se pueda decir hoy en día. En mi inocencia, pues, la televisión con sus anuncios me hizo creer que me encaminaba a ver aquella película “nueva” (con nueva quería decir que no la ponían en la tele), llena de naves espaciales y aquella especie de “osos andrajosos”. Seguramente me puse un poco pesado para que mis padres obligaran a mi hermano a llevarme, avergonzándose así de mí ante sus amigos. Es curioso lo que la memoria elige recordar, porque recuerdo muy bien su enfado, pero no el haber dicho una palabra pidiendo que me llevara. Por supuesto no le quedó otra… Supongo que con esa edad, los Ewoks serían mi razón principal para insistir, así que le concedo un punto a George Lucas por su visión comercial. Es el último que te llevas en una temporada, George…

El caso es que en el cine, aquel grupo de amigos por una lado, y una pequeña e inocente versión de mí por otro, en verdad habíamos ido a ver la reposición de La Guerra de las Galaxias (nótese que en España no se convertiría realmente en Star Wars hasta bien entrados los 90, con el tirón de internet). Algunos me perdonarán y otros coincidirán conmigo, cuando digo que no recuerdo haber echado de menos a los enanos peludos, y sí haber salido entusiasmado del cine con lo que había vivido allí dentro. ¿Cómo iba yo a saber que las películas podían tener dos y hasta tres partes? ¿Y qué era una reposición?

Poco después, mis recuerdos ligados a esta película continuaron en casa de mi vecina Concha, a la que tanto quería y echo de menos, cuando me regaló algunos trastos viejos con los que yo solía jugar en su casa, y que su nieto (ya crecidito) no iba a echar en falta. Se trataba de un pequeño Ewok de rayas grises que todavía hoy conservo con cariño, y una buena colección de cromos con imágenes de La Guerra de las Galaxias (que ya no tengo localizados), en cuya parte de atrás me daba por escribir cosas como que el cometa Halley iba a visitarnos aquel mismo año 86. ¡Un sitio como cualquier otro para recordarlo!

No fue hasta muchos años después, ya en el instituto que llegué a visionar ERDJ, y en definitiva toda la trilogía original, y por entonces era ya tan grande el interés cinéfilo y el entusiasmo por la ciencia ficción, como el gusto in crescendo por una buena banda sonora. Por eso, en lo sucesivo, mi historia con ERDJ tiene más que ver con su banda sonora que con el propio filme.

Y es que estos 30 años han dado para muchas versiones de este mismo trabajo. Empezando por la que nunca pude conseguir, el disco original. Puede parecer sorprendente hoy en día, pero hubo tiempos en que conseguir una banda sonora suponía un auténtico milagro. El caso de este clásico de John Williams, al menos en España, es paradigmático, si tenemos en cuenta la enorme difusión que tuvieron Star Wars y The Empire Strikes Back. Era siempre uno de mis “posibles”, cuando repasaba el catálogo de la tienda madrileña Vinilo, que fue el primer lugar donde empezamos a comprar por correo mis amigos y yo. Pero se transformaba en “imposible” cuando te fijabas en el precio. Aunque se trataba del score más extenso de la trilogía original, en un principio no fue editado en formato de doble vinilo, como las dos películas anteriores, sino en un solo disco, que por supuesto acabaría también en formato CD gracias a Polydor. Aquella portada del disco era y sigue siendo impresionante, aunque sus escasos 45 minutos de duración lo transformaban en anécdota, y sin embargo pese a ser difícil de conseguir, caro y corto, por entonces hubiese dado cualquier cosa por poder darme aquel capricho.

Ya en esa época de instituto, en 1993, llegó a España la que fue la antología más impresionante de todos los tiempos, el Star Wars Trilogy – The Original Soundtrack Anthology Box Set, una edición especial de 4CDs editada por Arista (el sello que se encargaba de los títulos de la 20th Century Fox). Su precio (tendría que consultar la cifra exacta) eran unas 11000 pesetas de la época. Los tres primeros discos dedicados a cada película y un cuarto con temas inéditos y versiones alternativas. Solo el disco dedicado a ERDJ ya superaba los 70 minutos, lo que dejaba al original en pañales, incluyendo muchos temas que pudieron escucharse anteriormente en recopilatorios dedicados o grabados por John Williams. Si añadimos los nueve temas del cuarto disco, que incluía por ejemplo la versión usada en el film del Ewok Celebration, en lugar de la del album de toda la vida, hay que decir que al menos en lo que a ERDJ se refería, había valido la pena esperar por una versión mejor y más completa.

Entre uno y dos años estuvo expuesta aquella maravillosa caja en Discoteca, una de las tiendas de Gijón por las que paseábamos habitualmente, hasta que me decidí a hacer “sacrificio y penitencia” para conseguir que fuera mía… La penitencia terminó siendo doble, porque recuerdo con media sonrisa como aquel mes adquirí también Coma de Jerry Goldsmith, también a un precio nada desdeñable. ¿Qué puedo decir? Era joven, y por entonces nadie sospechaba que la burbuja de las bandas sonoras fuera a explotar… ¡Uno hacía lo que tenía que hacer! Incluso hice meticulosamente unas magníficas grabaciones en carísimas cintas de metal, para poder compartirlas con otros sin dañar los originales. ¡Eran un verdadero tesoro!

Aunque nunca fue mi favorita, en este Box Set sí que fue la que más veces disfruté, por la simple razón de que entonces me sabía de memoria el tema de Leia, la Marcha Imperial o el tema de Yoda, pero solo había disfrutado de cuatro temas de ERDJ provenientes de un recopilatorio.

Después llegarían las Ediciones Especiales de las películas a partir de 1997. Sí, las controvertidas ediciones especiales que desgraciadamente han envejecido mal en cuanto a efectos especiales, y que fueron concebidas por George Lucas precisamente como una mejora (más que una reinvención) de las tres cintas a través de los efectos especiales. Todos los cambios que Lucas introdujo en su día en ellas (y que aún hoy continúa metiendo), tenían que tener repercusiones en las bandas sonoras. Todavía recuerdo ir al cine y presenciar como sustituyeron mi querido Lapti Nek por otra escena y otra canción que aún hoy soy incapaz de recordar, el Jedi Rocks. Pero no hay que lamentarse del todo, ya que el doble disco que RCA editó en 1997, y que en 2004 Sony Classical lanzó de nuevo (por entonces ya se había rebautizado como Star Wars Episodio VI – El Retorno del Jedi), al parecer con sonido mejorado, cuenta con nada menos que 148 minutos, que entre otras maravillas incluyen una pieza que no me canso de escuchar nunca, como es el nuevo tema compuesto por Williams para la celebración final, Victory Celebration.

A esas alturas el círculo se había completado para mí, y debo reconocer que tardé algún tiempo en hacerme con esta Special Edition, lo cual no quiere decir que no la anhelara como el que más, sino que me encontraba en un momento dulce en cuanto a coleccionismo y música, y sobre todo que el mercado de las bandas sonoras en torno al año 2000 estaba tan lleno de posibilidades… Claro está, no guardo recuerdo de aquella compra, porque a pesar de lo que su título indica, no se trataba de una compra especial, sino de una más. Es lo que más echo de menos de los primeros tiempos, que cada disco comprado y cada minuto de duración tenían un sabor especial, un momento y un recuerdo especiales.

El Retorno del Jedi es uno de esos trabajos imprescindibles de John Williams, una joya que lleva ahora 30 años en nuestras vidas, y me pongo a mí mismo como ejemplo de una generación que no habría disfrutado igual de la música sin él. Puede que hoy día sea totalmente rutinario comprar un disco, o descargar un tema. ¿Qué puede tener de memorable seguir un enlace, o pulsar un botón? Nada, solo es un intercambio de dinero, si eres de los que están dispuestos a pagar, claro. Me considero afortunado de pertenecer a esta generación que puede compartir sus recuerdos como yo lo he hecho aquí, recuerdos de 30 años de Ewoks, de AT-STs, de Estrellas de la Muerte, de Piras Funerarias, de Palacios de Jabba, de Emperadores, de Rancors y de Sarlaccs. Recuerdos de Jedis. Deseando siempre que los que vienen detrás atesoren esos momentos y algún día puedan contar como pulsaron un botón y escucharon por primera vez algo como El Retorno del Jedi.